La creciente demanda mundial es una buena noticia alimentaria y económica en cuanto al consumo de quinua se refiere, pero se corre el riesgo de dañar los suelos altiplanos. En la última edición de "Perspectivas Alimentarias", la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que en el período 1992-2010 el área cosechada en los principales países productores –Bolivia, Perú y Ecuador— casi se duplicó, y entre 2005 y 2012 la producción se multiplicó por ocho.
Pero en contraste con la popularidad de la quinua entre consumidores de países industrializados, su consumo en la región andina continúa relativamente bajo, pues sufre el estigma de ser "comida de pobres". "Ante la alta demanda mundial de este alimento, las prácticas tradicionales han sido abandonadas", dijo el agrónomo Vladimir Orsag, director del Programa de Investigación Estratégica de Bolivia y profesor de la Universidad Mayor de San Andrés. "La frontera agrícola se amplía en las zonas planas, copando espacios destinados a la ganadería", añadió
No hay comentarios:
Publicar un comentario