Afirman que el auge de precios ha echado al olvido prácticas ancestrales de conservación de la tierra y se tiende a sembrar todos los años en las mismas tierras, generando un acelerado proceso erosivo que empieza a desertificar algunas áreas del altiplano, “generando dunas de arena inservibles para la agricultura”.
La Paz, 18 Abr. (ANF).- La Fundación Milenio identificó al productor campesino como “el eslabón más débil” de la cadena de la quinua y al cultivo intensivo de la misma que podría ocasionar la erosión de las tierras fértiles del occidente del país, además de dejar en el olvido “la sabiduría tradicional campesina” que tenía la costumbre de dejar en barbecho durante ocho años las parcelas donde se había cosechado quinua.
“El eslabón más débil de la cadena de la quinua es el productor primario, quien a pesar de haber introducido algo de maquinaria tiene baja producción debido a su dificultad para combatir las plagas que afectan la floración de las plantas y para evitar la pérdida de calidad de los suelos”, afirma Milenio en un estudio dado a conocer en la fecha.
El estudio señala que la única posibilidad de hacer sostenible a largo plazo el negocio de la quinua es incrementar los rendimientos por hectárea que, paradójicamente, vienen cayendo de manera sistemática debido principalmente al deterioro de los suelos.
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