Pagina 7 - 24/03/2012
El boom de la quinua, impulsado por la demanda internacional del grano, genera el retorno de las personas que emigraron hacia las ciudades en busca de ingresos económicos. La gente se deja seducir por los buenos precios del mercado internacional, que en 2011 cotizaba la tonelada en 1.265 dólares, y que en 2010 lo fijaba en 2.800 dólares.
“Si antes la gente emigraba del campo a la ciudad, porque la quinua no era suficiente para el abastecimiento económico, sino que se reducía al consumo humano, hoy en día, de la ciudad están retornando abogados, arquitectos, médicos a recuperar su tierra, a sembrar la quinua”, cuenta el productor orureño Teodocio Huayllani.
Cuando Huayllani comenzó con su emprendimiento empresarial, hace más de diez años, el quintal (46 kilos) tenía un valor de 30 bolivianos. En la actualidad vale más de 600.
El presidente de la Asociación Nacional de la Quinua, Juan Crispín, es uno de los que se fue del campo y luego volvió.
Crispín emigró a Cochabamba para estudiar derecho; sin embargo, hace diez años, cuando comenzaba el boom del grano, decidió retornar a su comunidad, que se ubica en el cantón Aroma, del municipio de la provincia Ladislao Cabrera.
“Es más rentable, por lo menos me sustento la vida produciendo y también aseguro lo que es mi alimentación. Estoy más tranquilo... La ciudad también es una necesidad. Cuando tengo necesidades me vengo, pero ahora con este cargo estoy en La Paz”, relata Crispín.
El retorno hacia las comunidades a veces ocasiona conflictos entre los comunarios y recién llegados, comenta el delegado.
En ocasiones, por ejemplo, la persona que retorna ve que el espacio de tierra que dejó cuando partió ahora se achicó, debido a que sus familiares realizaron “avances” en el terreno, lo cual puede generar peleas y discusiones entre hermanos.
Los recién llegados no respetan los ciclos
E investigador Vladimir Orsag, quien fue coordinador del estudio Evaluación de la Fertilidad de los suelos en la zona intersalar, publicado en 2011, comenta que los sistemas de producción tradicionales de las comunidades se están perdiendo debido a que mucha gente que opta por emigrar a las ciudades antes del boom y que ahora retorna ya no respeta las tradiciones comunarias en cuanto al uso de suelo.
Explica que los recién llegados no mantienen la rotación de las tierra, práctica tradicional en la región intersalar, y que se basa en cultivar en una zona y dejar descansar otra durante temporadas, para que recupere sus nutrientes y todo quede apto para la próxima siembra.
Asegura que quienes llegan de las ciudades sólo siembran y se van para luego retornar para la cosecha, provocando “peleas internas en las comunidades, porque no quieren hacer caso a las tradiciones, del manejo del espacio que es necesario para el cultivo”.
En 1996, la quinua fue catalogada como uno de los cultivos promisorios de la humanidad, tanto por sus propiedades alimenticias y nutritivas, como porque se la consideró como una alternativa para solucionar los “graves problemas de nutrición humana”.
El informe “La quinua: cultivo milenario para contribuir a la seguridad alimentaria”, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), da cuenta de que el cereal cuenta con más de 3.000 variedades o ecotipos, que se resumen en cinco categorías.
Fuente:http://paginasiete.bo/2012-03-25/Economia/Destacados/244EcoAde010312dom25.aspx
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