El precio elevado de la quinua provoca la rápida expansión de cultivos en el altiplano, por lo que los productores analizan la sostenibilidad en el cultivo de la quinua real orgánica.
Ayer en un taller denominado “Intercambio de Experiencias de Fondos de Fomento a la Sostenibilidad de el Altiplano Sur de Bolivia”, las autoridades de cuatro municipios productores de quinua, intercambiaron los resultados que tuvieron con los proyectos aplicados con el fin de hacer sostenible la producción del cereal también conocido como “grano de oro”.
Participaron los alcaldes de cuatro municipios, como ser Salinas de Garci Mendoza, Pampa Aullagas, Huari y Quillacas, que fueron beneficiados con ese programa e hicieron una exposición de cómo emplearon los recursos recibidos.
Los cuatro municipios recibieron un total de 1.889.000 bolivianos que fueron repartidos en los proyectos de abonamiento de suelos, repoblamiento del ganado camélido, cercos para criar llamas y otros.
El coordinador del Programa Compasur, David Soraide Lozano hizo énfasis en el principal objetivo de ese programa como es el que la producción de la quinua real orgánica sea sostenible en el tiempo, para lo que se debe mejorar los suelos.
“Por el tema del gran mercado que tiene la quinua a nivel mundial, se ha ido extendiendo la frontera agrícola, y ha ocasionado un desequilibrio en entre la producción de camélidos y la quinua, y eso hace que de aquí en un tiempo, si no encaramos el tema de suelos, podríamos tener dificultades serias en lo que es la producción orgánica de la quinua”, advirtió.
Asimismo explicó que para más adelante se analiza la transformación de la quinua, que consiste en hacer que llegue al mercado nacional, ya sea como harina, refrescos, p’isara, graneados u otros.
Indicó que el buen precio que tiene el cereal a nivel internacional hace que los productores exporten limitando el consumo en Bolivia, situación problemática, considerando que la quinua está catalogada como el cultivo más nutritivo.
Indicó que actualmente el rendimiento que tienen los cultivos de quinua por hectárea es de 16 a 17 quintales y en la zona orureña se tiene 400 unidades productivas de quinua.
Dijo que un kilo de quinua cuesta entre 16 y 18 bolivianos, lo que es muy caro comprado con el precio del arroz y fideo, que no pasa el kilo de 8 bolivianos.
De las exposiciones participaron Ricardo Galindo, experto de Desarrollo Productivo Sostenible, Andreas Preisig gerente general de la Fundación, David Espinoza Mendoza de la alcaldía de Quillacas, Zenón Cayo Flores de Pampa Aullagas, el concejal munícipe Félix Patzi de Santiago de Huari y Andrea Coque del Comité Técnico de Compasur.
Ayer en un taller denominado “Intercambio de Experiencias de Fondos de Fomento a la Sostenibilidad de el Altiplano Sur de Bolivia”, las autoridades de cuatro municipios productores de quinua, intercambiaron los resultados que tuvieron con los proyectos aplicados con el fin de hacer sostenible la producción del cereal también conocido como “grano de oro”.
Participaron los alcaldes de cuatro municipios, como ser Salinas de Garci Mendoza, Pampa Aullagas, Huari y Quillacas, que fueron beneficiados con ese programa e hicieron una exposición de cómo emplearon los recursos recibidos.
Los cuatro municipios recibieron un total de 1.889.000 bolivianos que fueron repartidos en los proyectos de abonamiento de suelos, repoblamiento del ganado camélido, cercos para criar llamas y otros.
El coordinador del Programa Compasur, David Soraide Lozano hizo énfasis en el principal objetivo de ese programa como es el que la producción de la quinua real orgánica sea sostenible en el tiempo, para lo que se debe mejorar los suelos.
“Por el tema del gran mercado que tiene la quinua a nivel mundial, se ha ido extendiendo la frontera agrícola, y ha ocasionado un desequilibrio en entre la producción de camélidos y la quinua, y eso hace que de aquí en un tiempo, si no encaramos el tema de suelos, podríamos tener dificultades serias en lo que es la producción orgánica de la quinua”, advirtió.
Asimismo explicó que para más adelante se analiza la transformación de la quinua, que consiste en hacer que llegue al mercado nacional, ya sea como harina, refrescos, p’isara, graneados u otros.
Indicó que el buen precio que tiene el cereal a nivel internacional hace que los productores exporten limitando el consumo en Bolivia, situación problemática, considerando que la quinua está catalogada como el cultivo más nutritivo.
Indicó que actualmente el rendimiento que tienen los cultivos de quinua por hectárea es de 16 a 17 quintales y en la zona orureña se tiene 400 unidades productivas de quinua.
Dijo que un kilo de quinua cuesta entre 16 y 18 bolivianos, lo que es muy caro comprado con el precio del arroz y fideo, que no pasa el kilo de 8 bolivianos.
De las exposiciones participaron Ricardo Galindo, experto de Desarrollo Productivo Sostenible, Andreas Preisig gerente general de la Fundación, David Espinoza Mendoza de la alcaldía de Quillacas, Zenón Cayo Flores de Pampa Aullagas, el concejal munícipe Félix Patzi de Santiago de Huari y Andrea Coque del Comité Técnico de Compasur.
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