La quinua (Chenopodium quinoa Willd) es un cultivo originario de Los Andes y en su domesticación y desarrollo han participado grandes culturas como la Tiahuancota y la Incaica. La diversidad genética de esta especie es el resultado de la variación genética, la participación de factores ambientales y la intervención del hombre. El hombre ha orientado en alguna forma la evolución de la especie favoreciendo las variantes más convenientes para la utilización por el hombre, precisamente, es en este momento que empezó el mejoramiento de la quinua.
En general, el mejoramiento genético de plantas tiene por finalidad la obtención de variedades con características de mayor rendimiento, mayor calidad comercial y nutritiva, mayor resistencia a factores abióticos y bióticos adversos al cultivo. En otras palabras, el mejoramiento genético de la quinua tiene por finalidad la generación de variedades más eficientes producir productos aprovechables por el hombre como alimento, como materias primas para la industria, como forraje para los animales domésticos, etc.
La quinua es un recurso fitogenético de valor estratégico para las condiciones áridas del altiplano, destacándose su resistencia a heladas, salinidad y sequía predominantes que son factores adversos de tipo abiótico en las zonas altas de Los Andes. La quinua tiene roles múltiples en el sistema de producción del altiplano y valles interandinos donde juega papel importante en la seguridad alimentaria de la población rural, en la generación de ingresos económicos y en la producción de subproductos para la alimentación de animales domésticos de la zona. Finalmente, la quinua tiene una significación cultural y religiosa para los habitantes del altiplano y valles. Estos roles han convertido a la quinua en un cultivo importante y multipropósito para las condiciones agroecológicas y socioeconómicas de las zonas altas.
En la alimentación humana, el consumo de la quinua tiene usos diversos, siendo el grano el producto más ampliamente utilizado por el hombre. Sin embargo, se conocen varias formas tradicionales de utilización de la quinua. En el altiplano Perú Boliviano, las hojas tiernas (antes del panojamiento) de la parte basal de la planta se recolectan y se consumen en forma de verdura fresca o cocida que se conoce como "ch’ihua" en idioma nativo, las hojas verdes pueden ser secadas para facilitar su conservación por mayor tiempo y después de remojarlo y cocerlo se consume en sopas y guisos, esta forma de conservación de las hojas se conoce como "lliphi". Esta forma de aprovechamiento no compromete la vida misma de la planta, puesto que la recolección de hojas es parcial y posteriormente la planta logra completar su ciclo productivo. Por otra parte, las plantas tiernas eliminadas como resultado de las practicas de raleo, también se consumen en las formas descritas anteriormente.
La utilización del grano también es muy diversificado, pudiendo ser utilizado en forma de grano entero en formas similares al arroz, en forma de granos tostado, en forma de harina a partir de grano sin tostar y tostado, etc. Los usos diversos del grano de quinua han sido desarrollados por las culturas precolombinas, sin embargo, durante la colonia el cultivo de la quinua ha sido relegado a un segundo plano, posteriormente con el redescubrimiento de sus propiedades nutritivas, la quinua ha recobrado su importancia (Gandarillas, 1979). Actualmente, se sabe que la calidad de la quinua está dada por la presencia de aminoácidos esenciales para el humano, entre ellas la lisina y metionina.
Los trabajos de investigación en la quinua conducida en la zona andina y últimamente también fuera de esta zona, han estado orientados a la obtención de mayor rendimiento del grano. El incremento del rendimiento es posible mediante el mejoramiento genético, el mejoramiento de las condiciones de manejo agronómico y conjunción de ambos. En las últimás décadas, la quinua ha sido objeto de investigación en el campo de la genética y fitomejoramiento. Esta sección trata de los métodos de mejoramiento de la quinua, sin que esto sea un tratado completo de la disciplina, al contrario, se pretende presentar los métodos aplicados y aplicables al mejoramiento de la quinua basados en la experiencia de investigadores de la zona andina.
En general, el mejoramiento genético de plantas tiene por finalidad la obtención de variedades con características de mayor rendimiento, mayor calidad comercial y nutritiva, mayor resistencia a factores abióticos y bióticos adversos al cultivo. En otras palabras, el mejoramiento genético de la quinua tiene por finalidad la generación de variedades más eficientes producir productos aprovechables por el hombre como alimento, como materias primas para la industria, como forraje para los animales domésticos, etc.
La quinua es un recurso fitogenético de valor estratégico para las condiciones áridas del altiplano, destacándose su resistencia a heladas, salinidad y sequía predominantes que son factores adversos de tipo abiótico en las zonas altas de Los Andes. La quinua tiene roles múltiples en el sistema de producción del altiplano y valles interandinos donde juega papel importante en la seguridad alimentaria de la población rural, en la generación de ingresos económicos y en la producción de subproductos para la alimentación de animales domésticos de la zona. Finalmente, la quinua tiene una significación cultural y religiosa para los habitantes del altiplano y valles. Estos roles han convertido a la quinua en un cultivo importante y multipropósito para las condiciones agroecológicas y socioeconómicas de las zonas altas.
En la alimentación humana, el consumo de la quinua tiene usos diversos, siendo el grano el producto más ampliamente utilizado por el hombre. Sin embargo, se conocen varias formas tradicionales de utilización de la quinua. En el altiplano Perú Boliviano, las hojas tiernas (antes del panojamiento) de la parte basal de la planta se recolectan y se consumen en forma de verdura fresca o cocida que se conoce como "ch’ihua" en idioma nativo, las hojas verdes pueden ser secadas para facilitar su conservación por mayor tiempo y después de remojarlo y cocerlo se consume en sopas y guisos, esta forma de conservación de las hojas se conoce como "lliphi". Esta forma de aprovechamiento no compromete la vida misma de la planta, puesto que la recolección de hojas es parcial y posteriormente la planta logra completar su ciclo productivo. Por otra parte, las plantas tiernas eliminadas como resultado de las practicas de raleo, también se consumen en las formas descritas anteriormente.
La utilización del grano también es muy diversificado, pudiendo ser utilizado en forma de grano entero en formas similares al arroz, en forma de granos tostado, en forma de harina a partir de grano sin tostar y tostado, etc. Los usos diversos del grano de quinua han sido desarrollados por las culturas precolombinas, sin embargo, durante la colonia el cultivo de la quinua ha sido relegado a un segundo plano, posteriormente con el redescubrimiento de sus propiedades nutritivas, la quinua ha recobrado su importancia (Gandarillas, 1979). Actualmente, se sabe que la calidad de la quinua está dada por la presencia de aminoácidos esenciales para el humano, entre ellas la lisina y metionina.
Los trabajos de investigación en la quinua conducida en la zona andina y últimamente también fuera de esta zona, han estado orientados a la obtención de mayor rendimiento del grano. El incremento del rendimiento es posible mediante el mejoramiento genético, el mejoramiento de las condiciones de manejo agronómico y conjunción de ambos. En las últimás décadas, la quinua ha sido objeto de investigación en el campo de la genética y fitomejoramiento. Esta sección trata de los métodos de mejoramiento de la quinua, sin que esto sea un tratado completo de la disciplina, al contrario, se pretende presentar los métodos aplicados y aplicables al mejoramiento de la quinua basados en la experiencia de investigadores de la zona andina.
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