Este año la mirada del mundo centró su atención en las bondades nutricionales que tiene este "grano de oro" para contribuir a la erradicación del hambre, la desnutrición y la pobreza.
La campaña internacional que el gobierno del presidente Evo Morales impulsó acerca de este grano, desarrolló muchas oportunidades para el mercado local.
Ahora el Gobierno debe empezar a proyectar el futuro de este rubro, desde la cosecha hasta la exportación.
Winston Rodríguez de la Serda, con 71 años de edad y 45 años como agrónomo, experto en el tema de la quinua, habla sobre la producción de este alimento.
“El Gobierno se ha planteado procedimientos y acciones importantes, -como la entrega de tractores y maquinaria para la mecanización de la cosecha-, pero eso no es todo”, reflexiona Rodríguez.
Asegura que en sus 15 años de experiencia en el tema de la producción de la quinua, aprendió que hay aspectos que se deben tener mucho cuidado, como la cosecha, el pelado, lavado, la distribución y exportación.
Una de las primeras fases es la limpieza. De acuerdo a la experiencia de Winston Rodríguez existen dos procedimientos básicos para extraer la saponina del grano: el método seco y el húmedo, y que ya existe la tecnología requerida para hacerlo apropiadamente.
“Esta es una de las fases más delicadas del proceso, puesto que de otra manera el grano de quinua podría quedar picante” asegura el agrónomo.
La quinua es una fuente importante de vitamina B y de otros nutrientes habituales en alimentos de origen animal como el zinc o el hierro.
De ahí su popularidad entre los vegetarianos, que recurren a la quinua y a otras semillas para conseguir una dieta equilibrada.
La gran publicidad lanzada desencadenó que el mercado internacional comience un periodo de demanda del producto y al parecer no se trata de pequeños montos, sino de grandes volúmenes.
Datos anteriores revelan que en Bolivia se producía 35 mil hectáreas y según los últimos datos la producción de quinua sobrepasa las más de 100 mil hectáreas.
“Al tener mucha demanda en el mercado internacional, corremos el riesgo de tropezar con algunas deficiencias propias de un mercado floreciente. Como ser la capacidad de exportación y el envasado”, afirma Rodríguez.
Él sostiene que el empaque para el mercado internacional debe cumplir ciertas normas, que deben ser mantenidas, -mejor si son mejoradas-, en el tiempo.
De igual manera aprovecha la ocasión para orientar a la población a buscar la calidad en los productos de consumo interno, puesto que algunas marcas no cumplen con los requisitos mínimos para proteger su producto.
“La quinua debe ser envasada en bolsas de polietileno de alta densidad, porque al exponer la quinua al sol, los rayos ultravioletas dañan el almidón de este producto y sufre transformaciones químicas”, asegura Rodríguez.
Es así como se debe proteger la calidad del producto desde el momento del cultivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario