El déficit de lluvias en las zonas productoras de quinua, afectó a tres siembras del grano andino, lo que podría incidir en una disminución de los volúmenes de cosecha si no se garantiza la suficiente agua para los “ciclos fenológicos críticos del grano”, advirtió el responsable de Agrometeorología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Sergio Campero.
También señaló que el déficit de lluvias en las zonas productoras afectó a la siembra temprana, que comienza durante la segunda quincena de septiembre; a la normal, que se ejecuta a finales de septiembre y a la tardía, que se realiza en octubre, pero que por los retrasos que sufrieron las precipitaciones, se realizará en noviembre. / Erbol
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