El consumo de quinua podría regenerar la tolerancia al gluten en poco tiempo, en los enfermos celíacos. Un grupo de investigadores en Londres, encabezados por Víctor Zeballos, estudia el impacto del consumo de quinua en estos pacientes.
La celiaquía consiste en que el organismo pierde la capacidad de absorber los nutrientes de los alimentos que se ingiere, debido a cambios en la estructura y función del intestino delgado. La enfermedad se manifiesta cuando la persona se expone al gluten o la gliadina (proteína vegetal de algunos cereales).
Víctor Zeballos es bioquímico en el Departamento de Gastroenterología y Nutrición del King’s College London, y es miembro de un grupo de investigadores que estudia hace tres años a pacientes celíacos expuestos al consumo de quinua.
El objetivo de los investigadores es conocer cuán beneficioso es consumir quinua para los enfermos celiacos, qué ventajas tiene su ingestión frecuente y cómo se puede aprovechar las ventajas del grano para favorecer a estas personas.
“El gluten, como se sabe, se compone dos tipos de proteína, unas son las prolaminas y otras las gluteninas. Ahora, si un cereal contiene las prolaminas o gluteninas es tóxico para este tipo de personas (celíacas). El problema es que si estas personas no pueden consumir ni trigo, ni avena, ni cebada, ni centeno, la calidad nutricional de los productos (que consume) baja mucho, entonces es una situación de deficiencia nutricional y no es ideal para este tipo de personas”, dice Zeballos.
La prevalencia de la enfermedad en Europa y el Reino Unido es de 1%, pero es previsible que el índice suba sobre todo porque los procedimientos de detección y pruebas para diagnosticar la enfermedad han mejorado bastante.
Los resultados preliminares muestran que los “pacientes consumiendo quinua pueden mejorar la calidad de su intestino (delgado) y la calidad de las vellosidades intestinales, comparados con una situación de no consumo de quinua”.
Los estudios demostraron que si los pacientes se mantienen con una dieta libre de gluten, pueden llegar a los niveles normales en un período de dos o tres años generalmente. Sin embargo, con el consumo de quinua pueden alcanzar una normalidad en las funciones intestinales en un lapso de tiempo menor.
Zeballos advierte que los resultados son preliminares y deben ser tomados con cautela.
“La quinua nos interesa sobre todo por el bajo nivel de prolaminas, que son los componentes tóxicos, por la abundante cantidad de proteínas y los niveles nutricionales que son importantes para este tipo de personas. Pero estamos muy abiertos a otras posibilidades y a otros granos andinos que también han probado tener muchas propiedades proteicas”, dice el investigador.
El bioquímico español Víctor Zeballos presentó los avances de sus estudios en el II Congreso Mundial de la Quinua, que se realizó del 16 al 19 de marzo en la ciudad de Oruro.
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