La androesterilidad es un carácter presente en varias especies y su utilidad en el mejoramiento genético tiene varios propósitos. En las Quenopodiáceas del altiplano, el carácter de la androesterilidad se encuentra en la quinua (Chenopodium quinoa Willd.) y en el kauchi (Swaeda foliosa Moq.). La androesterilidad en la quinua se presenta en forma natural, numerosas accesiones del germoplasma de quinua proveniente del altiplano Central y Norte de Bolivia como también de la zona circunlacustre del Perú presentan este carácter. La herencia de la androesterilidad ha sido estudiada por varios autores, quienes han determinado que la androesterilidad está controlada por genes nucleares y factores del citoplasma. Gandarillas (1969), Saravia (1991) y otros autores han estudiado la androesterilidad conocida como genético citoplásmico y su forma de herencia. Este mismo carácter ha sido estudiado por investigadores de otros países tales como Wilson (1971), Ward y Johnson (1991) y Ward (1993) quienes han confirmado la existencia natural del carácter y también la forma de herencia. Los factores del citoplasma son el N y S y los genes nucleares son el MsMs para la fertilidad y msms para la esterilidad.
Gandarillas (1969) y Ward (1993), han encontrado un grado considerable de vigor híbrido en las progenies de cruzas entre plantas androestériles y las fértiles, lo cual ha conducido a sugerir que puede ser un potencial para la producción de semilla híbrida como en el caso del sorgo. Por su parte, Bonifacio (1995) ha reportado sobre el carácter mencionando que es muy útil para los cruzamientos intervarietales, interespecíficos e intergenéricos. Precisamente el citado autor ha obtenido híbridos intergenéricos empleando plantas androestériles.
La androesterilidad como un carácter de interés práctico en la producción de semilla híbrida es evidente, lo cual está reflejado inicialmente por Gandarillas (1969 y 1979) y Saravia (1991) y posteriormente, más patético con la patente otorgada a dos investigadores norteamericanos (Ward y Johnson) de la Universidad Estatal de Colorado; sin embargo, la patente ha sido cuestionada por parte de productores e investigadores bolivianos como tambien por organizaciones protectoras de los derechos de indígenas. Actualmente, la patente ha sido abandonada y se encuentra sin vigencia.
Gandarillas (1969) y Ward (1993), han encontrado un grado considerable de vigor híbrido en las progenies de cruzas entre plantas androestériles y las fértiles, lo cual ha conducido a sugerir que puede ser un potencial para la producción de semilla híbrida como en el caso del sorgo. Por su parte, Bonifacio (1995) ha reportado sobre el carácter mencionando que es muy útil para los cruzamientos intervarietales, interespecíficos e intergenéricos. Precisamente el citado autor ha obtenido híbridos intergenéricos empleando plantas androestériles.
La androesterilidad como un carácter de interés práctico en la producción de semilla híbrida es evidente, lo cual está reflejado inicialmente por Gandarillas (1969 y 1979) y Saravia (1991) y posteriormente, más patético con la patente otorgada a dos investigadores norteamericanos (Ward y Johnson) de la Universidad Estatal de Colorado; sin embargo, la patente ha sido cuestionada por parte de productores e investigadores bolivianos como tambien por organizaciones protectoras de los derechos de indígenas. Actualmente, la patente ha sido abandonada y se encuentra sin vigencia.
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