La Quinua esta conquistando los mercados de todo el mundo. Su éxito en Europa y Estados Unidos se debe a su extraordinaria calidad nutricional y gastronómica y a su condición de producto orgánico.
martes, 25 de marzo de 2014
Explotación de la quina
Sus virtudes fueron reconocidas en Europa recién en 1631 fecha en que fue llevada por el jesuita Alonso Messia Venegas a Roma, enviado por el primer farmacéutico del Colegio Máximo de San Pablo de Lima (Perú), el jesuita italiano Agustino Salumbrino quien había observado en el Perú, su uso para eliminar las tembladeras producidas por el paludismo, malaria, terciana (fiebre cada 3 días) o chujchu (tembladera). Desde 1638 el tratamiento de la malaria en Europa se basó en un extracto de la corteza del árbol de la quina, extracto que contenía la quinina.
Se dice que el nombre del género “Cinchona” proviene del apellido de la condesa de Chinchón (esposa del Virrey del Perú o conde de Chinchón) a quien la quina curó.
La quina se comenzó a usar masivamente en el siglo XIX para la obtención de la quinina. Su incidencia en el volumen de exportación era ya importante en 1826, cuando Pentland (británico) elaboró un informe sobre Bolivia, en el que asignó a la quina un 12 % del total de productos exportados.
En 1830 el Presidente de Bolivia Andrés Santa Cruz, otorgó facilidades legales a quienes organizasen empresas para explotar la quina y así poder obtener más impuestos para Bolivia.
El auge de la explotación de la quina se produjo en 1850, cuando numerosos pioneros se adentraron en las zonas tropicales de Bolivia, como Mapiri, Guanay, Apolo e Ixiamas, para extraer la corteza.
La existencia de un banco rescatador de quina y el monopolio estatal para su exportación, así como los altos costos de transporte de las regiones productoras del norte de La Paz hasta la costa, imposibilitaron un mayor desarrollo de la producción.
En 1850 en Mapiri y Guanay (provincia Larecaja) existían rescatadores como Otto Richter, en Apolo (provincia Franz Tamayo) habían rescatadores como Aurelio Arias y en Ixiamas (provincia Iturralde) existían rescatadores como Leandro Loayza y otros. En estas 3 provincias habían plantaciones silvestres de quina amarilla (Cinchona calisaya). Generalmente los rescatadores no pagaban todo en dinero a los explotadores, sino en víveres, ropa y otros. Así por ejemplo, se cuenta que la ex casa Gunther de Sorata, pagaba inclusive, parte de la quina a los rescatadores, con botellas de champán francés, que importaba directamente desde Europa.
En 1879 Otto Richter tenía un almacén en la calle Comercio de la ciudad de La Paz, donde rescataba quina, oro y objetos de plata, asimismo vendía enlatados y otros productos im-portados y realizaba giros a Lima, Londres, París y Frankfurt (Alemania).
Los precios de la quina decayeron no-tablemente en 1880 debido a que en 1865 el británico Ledger llevó desde el Alto Beni, 12 libras de semillas de los ár-boles de quina a la Isla de Java, en las In-dias Orientales Holandesas (actualmente Indonesia-Asia). En 1930 el sudeste asiático producía el 90 % de la produc-ción mundial de quina. En 1930 químicos alemanes sintetizaron el Atabrine (clorhi-drato de quinacrina) más eficaz que la quinina y menos tóxico. En 1944 los quí-micos estadounidenses Robert Wood-ward y William Doering consiguieron sintetizar la quinina a partir del alquitrán mineral.
La explotación de la quina y su pos-terior traslado al principal centro de acopio como fue Sorata, debió lograr un gran movimiento económico en esa po-blación, restos de este apogeo que pueden incluso observarse hasta el presente, refle-jados en las imponentes construcciones de esa localidad.
Para la explotación de la quina, prime-ramente se ubicaban los diferentes árboles en la selva, posteriormente se procedía a derribarlos (se producía la extinción de los árboles) para luego extraer toda la corteza (quina). El rendimiento aproximado era de unos 4 a 6 quintales de corteza de quina de un gran árbol.
Las cortezas se transportaban por ejem-plo, desde Mapiri en mulas a centros de acopio, como Sorata (7 días de caminata desde Mapiri hasta Sorata), a la casa Rich-ter (1830-1880) y luego a la casa Gunther (1880-1940), donde se procedía con su co-mercialización (rescate), para su posterior exportación vía Puerto Pérez en el Lago Titicaca y luego al Puerto de Mollendo en el Océano Pacífico, para posteriormente trasladar la quina a los países de ultramar.
Entre los peligros que se podían tener al explotar la quina estaban los encuentros con los animales de la selva, principalmen-te con el oso jucumari (oso andino o de anteojos). Los explotadores durante su ta-rea en la selva, veían también a compo-nentes de la etnia leca.
En 1883 se iniciaba la construcción del Canal de Panamá y la malaria junto con la fiebre amarilla cobraban la vida de 200 tra-bajadores cada mes.
En la década de 1940 existió un primer reaviva-miento en el comercio de la quina, debido a la Se-gunda Guerra Mundial, donde las plantaciones de quina de Indonesia caye-ron en manos de Japón. Debido a la malaria murie-ron cerca de 60.000 solda-dos norteamericanos.
Entre 1960 y 1970 se produjo un segundo reavi-vamiento de la comerciali-zación de la quina, princi-palmente para su uso en la Guerra de Vietnam (Viet-nam del Norte versus Viet-nam del Sur, con la partici-pación de Estados Unidos, donde los soldados enferma-ban con malaria, paludismo o terciana). La quina salía en avión desde Mapiri hacia la ciudad de La Paz. Entre algunas de las rescatadoras ubicadas en la ciudad de La Paz, estaban “Gasser” y “Estrella Azul”. Existían calidades de corteza.
La malaria o paludismo es una enfer-medad humana, de las aves y de los monos, causada por la infección de un protozoo del género “Plasmo-dium” transmitido por la picadura de un mosquito del género “Anophe-les”. Los síntomas generales de la malaria son escalofríos, sudoración y fiebre intermitente (cada 3 ó 4 días). Existen 4 formas de malaria según el agente causal, así se tie-nen las debidas a Plasmodium: (1) “vivax”, (2) “falciparum”, (3) “mala-riae” y (4) “ovale”.
Actualmente ya no se usa la quina porque existen medicamentos sinté-ticos menos tóxicos que la quinina; así por ejemplo actualmente en los dife-rentes hospitales de Bolivia, para el tratamiento de la malaria se usa el fármaco llamado cloroquina. Se debe recalcar que también en 1973, existían pacientes con casos combinados (ejemplo “P. falciparum + P. vivax”) en la frontera con el Brasil.
Toda esta historia fue retratada por un alemán quien vivió en Sorata, el alemán apellidaba Ferman, que traducido del alemán al castellano significa hombre de hierro.
www.ensayosedgarruiz.blogspot.com
miércoles, 11 de agosto de 2010
NORMAS BÁSICAS PARA UNA PRODUCCIÓN SOSTENIBLE DE QUINUA REAL DEL ALTIPLANO SUR
Ing. Anze Moreira F. Gabriel*
Resumen:
El desarrollo del mercado de exportación de la quinua Real del altiplano sur y su efecto sobre el precio de venta permite a los productores aumentar sus ingresos y mejorar sus condiciones de vida. También ha provocado una ampliación casi generalizada de la frontera agrícola. El impacto social y medio-ambiental que se está viendo en los últimos tiempos preocupa tanto a los productores como a los consumidores Europeos.
Frente a esta realidad,
INTRODUCCIÓN
La presentación de este producto de socialización de las normas familiares y normas comunales, en producción de la quinua real orgánica,
LOCALIZACION DEL TRABAJO
DEPARTAMENTO PROVINCIA REGIONALES
Potosí Antonio Quijarro APQUINQUI
Potosí Nor Lipez SOPPROQUI
Potosí Enrique Valdiviezo CEDEINKU
Potosí Daniel Campo APROQUIGAN
Oruro Ladislao Cabrera APREQC
Oruro Ladislao Cabrera APROQUIRY
Oruro Ladislao Cabrera COPROQUINACC
Oruro Ladislao Cabrera COPROQUIRC
MATERIALES Y METODOS
Prácticas mínimas que un productor debe realizar de manera individual para garantizar un uso sostenible de su parcela
Garantizar un periodo de descanso mínimo de los terrenos cultivados: un ciclo agrícola como mínimo si el terreno es abonado regularmente y dos ciclos si no es abonado. Se considera que una parcela abonada en el barbecho puede mantener su fertilidad durante
Utilizar de manera más razonable tractores agrícolas, practicar la siembra semi-mecanizada para limitar la erosión del suelo (alternando siembra mecanizada y a pulso) limitar el uso del arado de disco implementar equipos de rastra, cincel.
En la cosecha, realizar el corte de la quinua con la finalidad de preservar la fertilidad, mantener la estructura del suelo y evitar procesos erosivos además de obtener granos libres de impurezas.
Realizar selección artesanal de semilla dentro de la unidad de producción en cada ciclo agrícola considerando características propias de la planta (tamaño, color, tiempo de maduración, etc.) con el fin que cada productor pueda garantizar una producción de calidad adecuada a las características de su terreno.
Realizar el control de plagas de manera preventiva. Con este fin, preparar y utilizar repelentes elaborados a base de plantas locales, y usar trampas y barreras contra los animales de mayor tamaño.
Desarrollar un mejor control de la reproducción de los ganados y en particular de las prácticas de selección genética.
Desarrollar un manejo de los rebaños de ganados que favorezca la transferencia de fertilidad desde las áreas de pastoreo hacia las parcelas de quinua (dormideros en corrales para una mejor acumulación de estiércol).
Implementar y conservar muros de contención, terrazas y canales de drenaje en parcelas de cerro y barreras vivas en parcelas de pampa.
Prácticas mínimas que una comunidad debe exigir a todos sus productores para garantizar la sostenibilidad del uso de su territorio.
Garantizar un periodo de descanso mínimo de las tierras cultivadas. Los sistemas tradicionales de delimitación colectiva de las áreas de cultivo (mantos) son la mejor garantía de que haya un descanso adecuado de las parcelas. Según los casos, se deberá impulsar la instauración de
Promover la implantación de barreras vivas en las parcelas de pampa, de
Fomentar la captura de mariposas. Las campañas de caza de mariposas efectuadas por el conjunto de la comunidad han demostrado su eficacia, pero su éxito se basa en una organización colectiva sustentada en reglas claras. Los sistemas de mantos contribuyen asimismo a la lucha contra las mariposas, al romperse el ciclo de reproducción del parásito gracias al desplazamiento de las zonas de cultivo de un año para otro.
Garantizar el mantenimiento de rebaños familiares con un número de animales proporcional a la superficie cultivada anualmente en la comunidad: 7 llamas como mínimo por hectárea cultivada cada año; e imponer el uso de abono orgánico (estiércol, abono verde, humus, compost…) de la misma comunidad en las parcelas de pampa. Esta práctica resulta rentable cuando se abona con guano descompuesto en el momento de la siembra. La elaboración de abono foliar muestra también buenos resultados en el desarrollo de las plantas.
Garantizar el mantenimiento e incremento (si es necesario) de los rebaños existentes en la comunidad. Asumiendo que la cantidad de ganados en la comunidad debe abastecer la necesidad de guano en cada ciclo de cultivo.
Generalizar las prácticas de sanidad animal a través de campañas colectivas de desparasitación convocadas por las autoridades locales con el fin de evitar la diseminación de los parásitos entre los rebaños que comparten las áreas de pastoreo comunales.
Promover la siembra de pastos nativos. Esta práctica debe ser fomentada a través de una norma comunal que regule la organización de trabajos colectivos (faenas) durante la época de recolección de las semillas (de diciembre a mayo) y durante la época de siembra (de octubre a noviembre).
Conservar y mantener las áreas de plantas medicinales, áreas de pastoreo, bofedales (gracias a la implementación de redes de canales de irrigación) y otras para conservar la biodiversidad y asegurar la alimentación de la ganadería. El área de pastoreo tiene que abastecer el número de ganados necesario para una producción de abono suficiente.
Promover la construcción y conservación de murallas de delimitación de mantos y áreas de cultivo, terrazas y canales de drenaje en parcelas de cerro. La adopción de normas comunitarias puede favorecer esta práctica, sobre todo para la conservación de las obras de uso e interés colectivo como las murallas entre los mantos y las que delimitan los corredores para la circulación de los animales entre las diferentes zonas de pastoreo evitando dañar los cultivos.
Mantener y fomentar los usos y costumbres andinos (faenas colectivas, lectura de indicadores naturales, conversación con la madre tierra…) para prevención de riesgos climáticos y otros
RESULTADOS
Son los resultados que se ha obtenidos durante el trabajo de socialización sobre las normas de producción orgánica, en las comunidades productoras de quinua, con la participación de los Directorios de las Regionales y productores.
Presentación de normas básicas para una producción sostenible a nivel de las ocho regionales de ANAPQUI.
Presentación de normas básicas para una producción sostenible a nivel del Directorio Nacional y Dirigentes Regionales ANAPQUI.
Primera presentación a nivel Provincial de las normas básicas para una producción sostenible
Segunda presentación de las normas básicas para una producción sostenible nivel Departamental.
Tercera presentación de las normas básicas para una producción sostenible a nivel Nacional.
CONCLUSIONES
Sobre la base del trabajo de socialización de las normas familiares y las normas comunales se desarrollan en las siguientes regionales de APREQC, APQUINQUI, APROQUIRY, COPROQUINACC, COPROQUIRC, APROQUIGAN, SOPPROQUI, CEDEINKU son las regionales productores de quinua de
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