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martes, 29 de enero de 2008

POTENCIAL FUTURO DE LA QUINUA

Se puede usar la quinua como grano entero, hojuelas o harina en diversos productos, se puede producir una leche de quinua, y además tiene potencial importante en la elaboración de alimentos para personas alérgicas al gluten, en cereales para desayuno, pastas alimenticias, y galletas, entre otros. La quinua también puede usarse en la elaboración de gránulos y forrajes para la alimentación animal, así como cultivo de cobertura para protección de la fauna silvestre. Finalmente, su almidón, proteínas y saponinas tienen un potencial de usos industriales.


La quinua está considerada como una especie de muchos usos agroindustriales (Galwey, 1993). La semilla puede utilizarse para la alimentación humana, y como alimento para animales. Las ventajosas propiedades específicas de la quinua deben ser identificadas y explotadas, y se debe desarrollar tecnologías que permitan la utilización de tales propiedades, para que la quinua pueda competir con otras materias primas que generalmente son baratas, fácilmente disponibles y de calidad aceptable. El almidón, que forma gránulos pequeños, tiene varias aplicaciones industriales potenciales. Los posibles productos industriales de quinua sugeridos son harina, almidón, excipientes en la industria plástica, talcos y polvos anti-offset y proteínas complementarias para mejorar el equilibrio de aminoácidos de los alimentos humanos y animales. Las saponinas quizás sean interesantes como insecticidas, antibióticos y fungicidas, y también utilizadas en la industria farmacéutica, sugerido como un mediador de la permeabilidad intestinal, que podría ayudar la absorción de medicamentos específicos, y para reducir el nivel del colesterol. Además se pueden utilizar semillas tostadas o extruidas para hacer dulces, snacks, leche etc.


En los programas de investigación debe estudiarse toda la cadena de producción, incluida la producción primaria, cosecha, almacenamiento y tecnologías de procesamiento, el desarrollo de productos y la evaluación, los estudios de comercialización y la economía. Se necesita un enfoque multidisciplinario, con participación del sector público y privado.


Las características requeridas para la agricultura templada están presentes en gran medida en accesiones de quinua del nivel del mar del sur y centro de Chile, pero las características de quinua están distribuidas en todo el germoplasma. El fitomejoramiento adicional de quinua en Europa debe concentrarse en la uniformidad, precocidad, alto rendimiento, aspectos de calidad y usos industriales de la semilla y de sus ingredientes específicos. La variedad ideal de quinua para la producción de semilla (Fig. 1) debiera ser de maduración uniforme y precoz, lo cual es particularmente importante para las condiciones del Norte de Europa. Un período de crecimiento mayor a 150 días normalmente es demasiado riesgoso. Además, la quinua debe tener rendimientos consistentemente altos y un bajo contenido de saponinas, ser corta y no ramificada para facilitar la cosecha mecánizada. El tamaño, la forma y la densidad de la inflorescencia pueden ser importantes para la maduración. Una inflorescencia larga y abierta se secará más rápido luego de la lluvia y el rocío de la mañana, que una pequeña y compacta, pero puede ser propensa a dispersar las semillas. Los tipos forrajeros deben ser altos, frondosos y de maduración tardía, con un alto rendimiento de materia seca y, de preferencia, con un bajo contenido de saponina. La propagación de semillas para estos fines posiblemente no se haga en Europa del norte.

Para muchas de las características aquí examinadas, existe una considerable variación entre cultivares, por lo que es posible, a través de la selección y mejoramiento adecuado, combinar muchas de las características deseadas en un solo cultivar, todo lo cual puede conducir a establecer la quinua como un nuevo cultivo de la agricultura europea.

FIN CAPITULO

jueves, 1 de noviembre de 2007

ANALISIS COSTO-BENEFICIO DEL CULTIVO DE LA QUINUA

El resultado económico para el agricultor depende del rendimiento y el precio (Cuadro 2). Suponiendo un rendimiento de 2500 kg/ha, el precio debe ser 0,6 EUR o US$/kg, para obtener un resultado similar a la cebada, sembrada en la primavera. Un mejor resultado se obtendrá con un mayor rendimiento o un precio mayor. Con el actual material genético, el rendimiento calculado parece ser realista para las condiciones del norte de Europa, pero con cultivares de maduración precoz podrían reducirse los costos de secado. Si se logran rendimientos de 3500 kg/ha, el precio se reduciría, lo cual sería atractivo para la industria y más satisfactorio para el agricultor. En el producto final debe calcularse el costo adicional de descascaramiento, molienda etc.

martes, 16 de octubre de 2007

CULTIVO EN AGRICULTURA MECANIZADA (III)


En la actualidad, la quinua que se vende en los mercados internacionales es dulce, por lo que la saponina ha sido eliminada por lavado o escarificado o por ambos métodos. El contenido de saponina de la quinua en la agricultura andina puede tener el efecto beneficioso de reducir la pérdida por ataque de pájaros. En la agricultura mecanizada la conjetura está entre eliminar las saponinas completamente por medio del mejoramiento genético (Risi, 1986) o continuar la investigación en métodos económicos para el desamargado de la quinua.

jueves, 4 de octubre de 2007

CULTIVO EN AGRICULTURA MECANIZADA (II)

Con el uso de altas densidades de siembra (20 a 30 kg de semilla por ha) se reduce el tamaño de las plantas y se facilita la cosecha mecanizada (Foto. 3). Risi y Galwey (1991b) mostraron rendimientos crecientes con el incremento de las densidades, asimismo se observó una menor competencia entre plantas cuando la distancia entre surcos se redujo de 40 a 20 cm manteniendo la misma densidad de siembra. Jacobsen et al. (1994) por otro lado mostraron que el rendimiento fue el mismo entre 100 y 550 plantas/m2, y que el rendimiento a una distancia entre surcos de 50 cm superó a distancias de 25 o 12.5 cm.

Foto. 3 Producción de quinua en gran extensión en Dinamarca (S.-E. Jacobsen)

Las plagas y enfermedades normalmente no causan mayores problemas, aunque el mildiú (Peronospora farinosa) aparece todos los años, especialmente bajo condiciones húmedas y cálidas (>80% humedad relativa, 20-25 ºC), con menos importancia cuando el verano es seco y frío. La madurez precoz es esencial, requiriéndose que el crecimiento haya comenzado temprano en la primavera, para evitar la humedad en la estación otoñal, dificultándose la cosecha y reduciéndo la calidad de las semillas. Una siembra tardía o temperaturas bajas en la primavera puede retrasar el desarrollo del cultivo, y por lo tanto, la fecha de cosecha. Se puede usar la quinua como un cultivo de interrupción en las rotaciones de cultivo, no siendo sensible a las enfermedades de los cereales.

La cosecha mecanizada se hace con trilladora, que corta y trilla la quinua madura directamente del campo, por lo que tiene que estar madura no solamente las semillas, sino toda la planta (Foto. 4). Otra técnica es de cortar las plantas, dejándolas en el campo para secar, y luego de 10-14 dias se las recoge con la cosechadora. Esta técnica de cosecha es muy riesgosa en un clima frio y húmedo como es el norte de Europa, y solamente se puede recomendarla en lugares secos, cuando la maduración de la quinua ha sido desuniforme.

sábado, 29 de septiembre de 2007

CULTIVO EN AGRICULTURA MECANIZADA (I)

Para la introducción de la quinua a regiones templadas la evaluación del cultivo no se ha limitado a aspectos de germoplasma, sino también se han ejecutado investigaciones agronómicas para determinar su cultivo en agricultura mecanizada. La información disponible solamente ha sido referente a pequeñas extensiones y labores de cultivo manuales, por lo que se ha buscado épocas adecuadas de siembra, densidades de siembra y labores de cultivo como el control de malezas. Finalmente se ha hecho investigación en los métodos de cosecha.

Foto. 2. Malezas pueden causar problemas, si no ha sido limpiado el terreno desde la siembra

El período más crítico en el cultivo de quinua es el establecimiento, porque en la germinación las semillas son muy sensibles a las condiciones ambientales adversas, entre las cuales están los suelos heterogéneos, la formación de costras, la baja temperatura del suelo y el exceso de humedad. La combinación de estos factores es causa de significativas reducciones en el rendimiento. Las condiciones óptimas requieren sembrar semillas de buen poder germinativo a una profundidad de 1 a 2 cms en terrenos bien preparados, y cuando la temperatura del suelo sea superior a los 5 °C. En el caso de Inglaterra, se encontró que las épocas óptimás para la siembra estaban al inicio de la primavera a finales de marzo (Risi, 1986), y en Dinamarca a fines de abril (Jacobsen et al., 1994). En el sur de Europa se está investigando la posibilidad de sembrar la quinua en el otoño, es decir en septiembre-noviembre, que es la epoca donde hay más humedad en el suelo y hace menos calor. Los primeros resultados de Italia son prometedores (Donini, 1997).


Se debe en lo posible evitar la presencia de malezas en el terreno, ya que no se recomienda el uso de herbicidas en este cultivo (Foto. 2). No existen herbicidas comerciales seleccionados para usar en el género Chenopodium. En ensayos preliminares en Cambridge-Inglaterra, los mejores resultados se han obtenido con la aplicación de 2.5 kg/ha de metamitrón antes de la emergencia, así como con la aplicación de 0.5 kg/ha de propizamida cuando la planta tenía cuatro hojas verdaderas (Risi y Galwey, 1989). En Ecuador se ha utilizado el herbicida alachlor en plantaciones comerciales de quinua (Galwey, 1989). Sin embargo, en vez de efectuar un control químico de malezas, que en general no es recomendable, las malezas pueden eliminarse con azadón. Distancias menores entre surcos, por ej. 25 cm, tienen la ventaja de ayudar al control de malezas, y simultaneamente dan la posibilidad de ejecutar una limpieza mecanizada (Risi y Galwey, 1989c; Jacobsen y Stolen, 1993).

lunes, 6 de agosto de 2007

FOTOPERIODO

La respuesta de la quinua a la longitud del día ha sido descrita por diversos autores. Así, Sívori, (1947) y Füller (1949) encontraron que la floración de la quinua era más rápida en días más cortos. Aunque Simmonds (1965) argumentó que la floración de la quinua está influida por una interacción genotipo - nutricional y no por la duración del día, sugiriendo que el espacio más restringido de enraizamiento propicia más rápidamente la floración de las plantas. Sin embargo, la quinua parece ser una especie cuantitativa de día corto, donde la duración del período vegetativo depende no sólo de la duración del día y la latitud de origen, sino también de la altitud de origen (Risi y Galwey, 1984). En consecuencia, los experimentos que incluyeron un gran número de genotipos demostraron que los genotipos de diferentes orígenes variaron en la duración de todas las etapas del crecimiento (Risi, 1986; Jacobsen, 1997; Bertero et al., 1999a) y todos los cultivares de quinua evaluados se comportaron como plantas cuantitativas de día corto por el tiempo de antesis (Bertero et al., 1999a).
La sensibilidad al fotoperíodo y temperatura varía de acuerdo al lugar de origen. Los cultivares originarios de valles andinos, donde el clima es más cálido, se caracterizan por una mayor sensibilidad al fotoperíodo y una fase vegetativa más larga. Los cultivares del altiplano de Perú y Bolivia, y especialmente los del nivel del mar en el sur de Chile, son menos sensibles al fotoperíodo, y tienen una fase vegetativa más corta. Esto indica que para caracterizar el crecimiento y desarrollo de quinua, es necesario analizar la respuesta a la temperatura y al fotoperíodo en todas las etapas del crecimiento y con gran número de genotipos.
La sensibilidad fotoperiódica para el llenado de grano cumple una función importante en la adecuación de las plantas al ambiente andino, que es un clima caracterizado por un déficit de agua, y heladas sobre todo al final de la época de crecimiento. La sensibilidad permite un llenado de grano acelerado cuando el fotoperíodo se acorta. Sin embargo, este carácter limita la adaptación de la quinua a latitudes mayores. Por lo tanto, la adaptación de la quinua a mayores latitudes ha sido una selección por carencia o menor sensibilidad al fotoperíodo en el llenado de grano, usando los cultivares de origen chileno. El conocimiento de la variación de sensibilidad al fotoperíodo y su base genética, permite obtener genotipos para la siembra en altas latitudes con poca o ninguna sensibilidad, o sembrar cultivares en los lugares tradicionales de los Andes con mayor sensibilidad.
Los experimentos de campo en Dinamarca (56 °N), mostraron la duración del período de crecimiento de material del sur de Chile o Perú (Cuadro 1). Se vió que el rango de las variedades fue casi la misma entre años, pero el nivel real de la duración del período de crecimiento fue altamente dependiente del año, causando una interacción genotipo por año sumamente significativa (Jacobsen, 1997). La primavera y el inicio del verano de 1991 fueron húmedos y fríos, lo que causó un crecimiento lento y así un período de crecimiento largo, mientras que la sequía de mayo y junio de 1992 causó un desarrollo rápido. En 1995, la primavera fue fría, mientras que el verano fue seco y caliente.
La complejidad de la respuesta fotoperiódica de la quinua es tal, que el fotoperíodo de llenado de grano y pre-antesis, y los fotoperíodos aplicados después de la antesis, pueden afectar al crecimiento de semillas; y la respuesta al fotoperíodo es fuertemente afectada por la temperatura (Bertero et al., 1999a). La mayor inhibición del crecimiento de semillas y rendimiento ocurrió por una combinación de temperaturas altas y días largos, y todas las etapas de crecimiento son sensibles al fotoperíodo (Bertero et al., 1999a).
La respuesta a la temperatura y al fotoperíodo puede cuantificarse usando modelos lineales y asumiendo respuestas independientes a esos factores ambientales. En el modelo térmico, desarrollado por Major y Kiniry (1991), adaptado para la quinua por Bertero et al. (1999a), que relaciona y valora los efectos del fotoperíodo con el tiempo térmico requerido para su desarrollo, se supone que la tasa de desarrollo durante las diversas fases fenológicas, a un fotoperíodo específico, aumenta linealmente por encima de la temperatura básica hasta una temperatura óptima, y luego disminuye linealmente hasta cero desde las temperaturas más altas (Ritchie y NeSmith, 1991), tal como ha sido demostrado en la germinación de la quinua (Jacobsen y Bach, 1998). El requisito del tiempo térmico para completar la fase fenológica se calcula como el inverso a la inclinación, relacionando la tasa de desarrollo y la temperatura en un rango subóptimo. El modelo ha mostrado respuestas confiables en nueve cultivares seleccionados de diferentes orígenes (Bertero et al., 1999b).
No se ha cuantificado la variación en la sensibilidad al fotoperíodo y a la temperatura para los procesos que determinan el inicio del llenado de grano entre los cultivares, pero se sugiere que los cultivares de nivel del mar en Chile son menos sensibles al efecto de altas temperaturas y días largos, lo cual puede explicar su mayor adaptación a condiciones de latitudes altas. El objetivo de este tipo de investigación es caracterizar las respuestas de floración y llenado de grano de la quinua al fotoperíodo y a la temperatura, para comprender la base de adaptación de la quinua a diferentes ambientes. El uso de un rango de cultivares permite cuantificar la variabilidad intraespecífica de temperatura y la respuesta al fotoperíodo y sus interacciones, que puede ser útil para el mejoramiento en ambientes seleccionados.

Mujica, A. et al. (eds.) (2001)

viernes, 27 de julio de 2007

LA QUINUA FUERA DE LA REGION ANDINA (II)

Hace 20 años se llevaron semillas de quinua a los Himalayas, y la quinua mostró rendimientos mayores que la Chenopodiácea local, por lo que varios productores se interesaron en su cultivo. Este, sin embargo, no ha sido continuado por el sabor amargo de los alimentos preparados con quinua, lo que indicaría que la especie de los Himalayas no tiene saponinas, y que los pobladores prepararon el grano sin lavarlo. La quinua también ha sido llevada al Tibet, donde se han observado resultados promisorios (Partap et al., 1998).


Luego de la introducción de la quinua a Europa y Norteamérica, se puede decir que su cultivo es posible ahí, sin embargo, su difusión es lenta, y todavía tiene problemas a solucionar, como son la adaptación a días largos, la presencia de saponinas y su cultivo en agricultura mecanizada. Las empresas de productos alimenticios, que han probado diversas formas de procesamiento, requieren grandes volúmenes y suministro seguro a precios competitivos con otros cereales, como requisito para considerar seriamente el uso de quinua en sus alimentos procesados.


La quinua es un nuevo cultivo potencial para el Sistema de Apoyo a la Vida Ecológica de la NASA (Controlled Ecological Life Support System (CELSS)), que utiliza las plantas para extraer el dióxido de carbono de la atmósfera y generar alimentos, oxígeno y agua para las tripulaciones espaciales (Schlick y Bubenheim, 1996). La quinua respondió bien a las prácticas de producción en ambientes controlados, incrementando su producción de semillas, manteniendo la estatura corta y obteniéndose un mayor índice de cosecha en comparación a lo obtenido en campo. Además, en ambientes controlados se puede manejar la composición nutricional deseada. El valor protéico se incrementa y las proporciones relativas de aminoácidos encontradas, salvo la cisteína y la metionina, exceden los requisitos nutricionales para los humanos. La concentración mineral es excepcional y tiene el potencial de manipularse fácilmente para satisfacer las necesidades alimentarias de nutrición humana. Los niveles protéicos altos, su patrón de aminoácidos, vitaminas, minerales, su conveniente crecimiento y las características de rendimiento hacen de la quinua un candidato idóneo para su cultivo en el espacio a través de las aplicaciones de CELSS.

martes, 19 de junio de 2007

LA QUINUA FUERA DE LA REGION ANDINA (I)

El uso de semillas de Chenopodiáceas para la alimentación humana no es exclusivo de la región andina. La inflorescencia inmadura del huauzontle (Chenopodium berlandieri ssp. nuttaliae), que es una especie similar, se consume en México como vegetal, aunque esta especie también es consumida como grano en menor escala (Wilson y Heiser, 1979). En los Himalayas en India, Nepal, Bhutan y China, se cultiva una especie de Chenopodiácea en altitudes que van de los 1500 hasta 3000 m. Esta especie es consumida como vegetal (hojas) y como grano (Partap y Kapoor, 1985) y ha sido clasificada como Ch. album, con nombres locales diversos, los más comunes son bathu en India y han en China. Deben hacerse estudios genéticos y taxonómicos para precisar de qué especie se trata (Partap et al., 1998). De manera similar el Chenopodium album, que ahora es una maleza cosmopolita, fue parte de la alimentación humana en Europa de acuerdo a los restos humanos prehistóricos encontrados en Tollund (Dinamarca) y Cheshire (Inglaterra).

Por sus características nutricionales y por su resistencia a factores adversos, la quinua atrajo el interés de investigadores de Europa y Norteamérica, y hubo varios intentos por introducirla (Simmonds, 1965). Los intentos iniciales no prosperaron, pues se llevaron materiales provenientes de Perú y Bolivia, que no alcanzaban a madurar en el verano de dichas latitudes.

La última introducción de quinua a Europa se inició en 1978 con germoplasma de Chile, que fue llevado, seleccionado y probado por Colin Leakey en Cambridge, Inglaterra, y en el valle del Loire, Francia. Este germoplasma, que había sido obtenido de la Universidad de Concepción en Chile, estaba compuesto por accesiones que tenían nombres locales como: Baer, Faro, Litu y Pichamán (Risi, 1986). El germoplasma chileno, al que se sumó germoplasma andino colectado en 1982 (Galwey y Risi, 1983), sirvió de base, y dio inicio al programa de mejoramiento que se estableció en la Universidad de Cambridge bajo el liderazgo de Nick Galwey (Risi y Galwey, 1984, 1989a, b, 1991a, Galwey, 1989; Fleming y Galwey, 1995). De Cambridge la quinua se distribuyó a Dinamarca, Holanda y otros países (Galwey, 1989).

En 1993, se aprobó un proyecto de la Unión Europea, titulado "Quinua: un cultivo multipropósito para la diversificación agrícola de la CE", con este proyecto se hicieron ensayos de campo en Inglaterra, Dinamarca, Holanda e Italia, además de pruebas de laboratorio en Escocia y Francia. Desde 1996, la Agencia Danesa de Desarrollo Internacional (DANIDA) está apoyando un proyecto internacional en quinua basado en el Centro Internacional de la Papa (CIP), Perú. Nuevos países, como Suecia, Polonia, República Checa, Austria, Alemania, Italia y Grecia, han mostrado interés en el cultivo (Iliadis et al., 1997, 1999a,b; Ohlsson, 1997; Ohlsson & Dahlstedt, 1999; Keskitalo, 1997; Donini, 1997; Michalova & Frcek, 1999; Aufhammer et al, 1999; Gesinski, 1999), la mayoria estan participando en la Prueba Americana y Europea de la Quinua, organizado por la FAO, y coordinado por la Universidad Nacional del Altiplano, Puno, y el Proyecto Quinua CIP-DANIDA (Mujica et al., 1998). La quinua se vende en las tiendas de productos vegetarianos y en supermercados.

Actualmente en Inglaterra se usa la quinua como cultivo de cobertura, sola o mezclada con colza. Se siembra una mezcla de genotipos de quinua de diferentes períodos vegetativos, principalmente para aves como faisanes y perdices (Nicholls, 1996). La quinua para cobertura se cultiva con éxito en el sureste de Inglaterra, estimándose que en 1988 se sembraron 1000 ha (Galwey, 1989).

Recientemente en Dinamarca la quinua ha sido usada por personas alérgicas al gluten, como una opción frente a los cuatro cereales básicos: trigo, centeno, avena y cebada; en la elaboración de diversos productos libres de gluten; y, en panes, tortas y bizcochos. Además, se han realizado ensayos sobre la producción de gránulos de quinua verde (Jacobsen y Stølen, 1993; Jacobsen y Bach, 1998; Jacobsen et al., 1994, 1996, 1997; Jacobsen, 1997, 1999a,b; Lomholt, 1996). El precio al consumidor es de 6 US$ o EUR/kg.

En Holanda, los programas de mejoramiento han desarrollado la primera variedad europea, Carmen, de tamaño corto, panoja compacta y maduración precoz. Los trabajos continúan, especialmente para reducir el nivel de saponina (Mastebroek y Limburg, 1996; Limburg y Mastebroek, 1996; Mastebroek y Marvin, 1997). Recién ha sido lanzado una nueva variedad dulce (Atlas) (Mastebroek & Marvin, 1999).

La introducción de quinua en los Estados Unidos se relaciona a Steve Gorad y Don McKinley, que en 1981 fundaron Quinoa Corporation con la finalidad de importar quinua a Estados Unidos, y David Cusack y John McCamant, que fundaron Sierra Blanca Associates para trabajos de investigación en la adaptación de quinua a los EE.UU. Se establecieron los primeros ensayos de quinua en Colorado con material chileno y resultados prometedores. La quinua ha sido cultivada de manera comercial en los Estados Unidos desde 1987 en extensiones reducidas, con un rendimiento promedio de 1000-1500 kg/ha, y consumo actual de aproximadamente 3000 t/año (Ward, com. pers. 2000). Los productos para la venta son granos escarificados, harina, pastas alimenticias, galletas y cereales para desayuno, pero se han analizado nuevos mercados para los productos industriales (Johnson, 1993). La quinua se considera un elemento gastronómico novedoso de alto precio. Cerca del 90% de la quinua que se vende en Estados Unidos es importada de América del Sur.

La quinua probablemente se difundió de Estados Unidos a Canadá. En las praderas productoras de cereales de Saskatchewan, Alberta y Manitoba, se ha estudiado la quinua manteniendo una pequeña producción comercial, con rendimientos promedios de 1000 kg/ha en una extension de 500 ha. La producción de la variedad Co407 de Colorado se vende en el mercado local como grano y también como productos derivados de harina (Johnson y Ward, com. pers. 2000).

El obstaculo más importante para el incremento de una producción comercial en Canadá y los Estados Unidos es la falta de variedades precoces de bajo contenido de saponinas, adaptadas a latitudes altas, debido a las dificultades de eliminar las saponinas en el proceso de post cosecha.

En Brasil, la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) y universidades del centro del país hacen investigaciones para su uso como cultivo de cobertura en el invierno. Se han hecho evaluaciones de germoplasma y trabajos agronómicos, así como estudios nutricionales (Foto. 1) (Spehar et al., 1998).

viernes, 8 de junio de 2007

DISTRIBUCIÓN GEOGRAFICA DE LA QUINUA FUERA DE LOS PAISES ANDINOS

INTRODUCCION

La quinua (Chenopodium quinoa Willd.), se cultiva en la región andina desde hace más de siete mil años (Pearsall, 1992), constituyéndose en uno de los principales cultivos de granos que proporciona alimentos sumamente nutritivos a los pobladores rurales, esto le otorga una función clave en el futuro (FAO, 1998). Está ligada a las comunidades campesinas y a las culturas de los pobladores descendientes del imperio incaico. La variabilidad genética de la quinua es muy grande, encontrándose desde el nivel del mar hasta los 4000 metros de altura, desde los 40 ºS hasta los 2 ºN y en climas fríos, propios de las tierras de gran altitud, así como en los climas más cálidos de los valles andinos llegando hasta condiciones subtropicales.


Existen ecotipos de quinua adaptados a condiciones diversas, algunos se cultivan en regiones de precipitación escasa, como el altiplano sur de Bolivia, sugiriendo resistencia a sequía (Tapia, 1997). Por otro lado, se observan cultivos en áreas donde los niveles de precipitación son mayores, por ejemplo en Cochabamba, donde la precipitación pasa los 800 mm al año. Sin embargo, poco se conoce acerca de la base fisiológica de los mecanismos y los niveles de estrés conferidos por el ambiente.


La quinua, que estuvo confinada hace poco a los países andinos, ha sido llevada fuera de sus áreas de producción. Su adaptación a zonas de cultivo en áreas templadas ha sido estudiada en Norteamérica y Europa. La introducción de materiales genéticos provenientes de Chile, que se cultivan en áreas alrededor de los 40 ° de latitud sur y que maduran en días largos, ha contribuido al desarrollo de variedades adaptadas especialmente a las condiciones del fotoperíodo de estas regiones templadas. La quinua tiene un potencial importante fuera de sus áreas tradicionales, por ser una nueva especie de cultivo, por su tolerancia a condiciones climáticas extremas (sequía y heladas), por sus propiedades nutritivas, y por su gran versatilidad de uso en la cocina.


Las características nutricionales de la quinua, su rusticidad, amplia adaptabilidad y usos múltiples, explican el interés en su cultivo no sólo en América del Sur sino en gran parte del mundo. La demanda por quinua está aumentando en Norteamérica, Europa y Asia, y este incremento ha generado expectativas en los países de producción tradicional donde los volúmenes de exportación son cada año mayores, sin embargo, la producción es insuficiente para cubrir esta demanda y su incremento. La producción local y un mayor consumo de quinua en los países desarrollados impulsaría la producción tradicional de quinua y uso en los mercados internos urbanos, sirviendo para mejorar su imagen en America del sur.

Quinua el Grano de Oro

Quinua el Grano de Oro