No se había planteado esta alternativa anteriormente, pese a situaciones de real contracción de las exportaciones mineras y una reducción notoria de la economía departamental, aunque por alguna referencia se menciona que las exportaciones de minerales de Oruro alcanzaron a 300 millones de dólares en la pasada gestión.
Uno de los hechos connotativos de este proceso se origina en declaraciones del principal ejecutivos de la Cámara Nacional de Exportadores (Caneb), al señalar que los índices de orden nacional en la venta de nuestros minerales, superó a la exportación de gas, registrando un movimiento de tres mil millones de dólares con destino al Erario Nacional, lo que implica una demostración fehaciente del valor de la minería en su comercio internacional, gracias a la estabilidad de los precios de minerales en las pizarras del exterior.
De esa misma consecuencia se mencionó que Oruro logró $us 300 millones, aunque sabemos fehacientemente que no se incrementó la producción minera en el último tiempo y que ese parámetro de exportación tendría que ver con la venta de los lingotes de estaño que produce la Fundición de Vinto.
En todo caso, la situación se torna muy delicada para el departamento al no concretarse ningún nuevo emprendimiento en el orden minero. Los incipientes planes de prospección y exploración minera no han prosperado en la medida que se esperaba, debido a la falta de recursos económicos para ese fin, sabiendo que el mínimo porcentaje que se dispone de regalías, no favorece en absoluto al desafío de invertir para desarrollar nuevos proyectos mineros.
Un dato de la Fundación Milenio, refiere que la gestión del 2016, el valor de las exportaciones del denominado "grano de oro" (quinua), fue mayor al de los minerales, especialmente el zinc y el estaño. Hay que señalar que justamente esos dos rubros y especialmente el de zinc alcanzaron un precio excepcionalmente bueno, mientras que el estaño mantuvo estabilidad que permitió el desempeño de funciones en la minería estatal en límites aceptables de equilibrio de costos.
Cómo una alternativa a este vaivén en precios y los índices de exportaciones, el estudio de la Fundación Milenio, propone aprovechar la venta al exterior del "grano de oro", la quinua tradicional y excepcionalmente reconocida como la mejor del país, por sus atributos nutritivos y su calidad orgánica, que la coloca entre otras producciones como la peruana e incluso alguna europea.
Podemos aprovechar la producción de quinua orureña, que se convertirá en un producto alternativo de nuestras exportaciones, en el tiempo y la medida que logre ubicarse en la lista de la demanda externa de productos departamentales de alta calidad, buen precio y excelente demanda.
Para Oruro representa un rubro interesante, no precisamente nuevo, pero de importante competitividad en función a la diversificación de nuestras materias primas exportables. Vendamos el grano de oro, sin descuidar los minerales.
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