El sector productivo de la quinua boliviana y expertos en este ámbito reclaman mejoras tecnológicas, en particular el desarrollo del regadío, para hacer frente a la bajada de producción y el retroceso de las exportaciones de este grano característico del altiplano andino.
En 2015, Bolivia cedió a Perú su puesto de primer exportador de quinua a Estados Unidos, y el sector calcula que la producción podría descender desde 90.000 toneladas hasta 40.000 este año.
La gerente general de la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua y Productos Orgánicos (Cabolqui), Paula Mejía, señaló en declaraciones a Efe que "estos datos son todavía muy preliminares", y aseguró que a pesar de la bajada de la producción, el suministro a los mercados internacionales está garantizado "Con 40.000 toneladas estamos por encima del volumen exportado este año", observó Mejía.
Bolivia exportó 23.000 toneladas de quinua durante los once primeros meses de 2015, y 29.000 toneladas en 2014.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística analizadas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las exportaciones retrocedieron un 44 % en valor y 14 % en volumen en el periodo enero-noviembre de 2015 respecto al mismo periodo del año anterior.
"La baja del precio ha obedecido a una mayor oferta en el mercado mundial y la caída del volumen, a que -según se ha sabido- algunos productores de quinua prefirieron tener en stock su producción, esperando un mejor precio futuro", explicó a Efe el gerente del IBCE Gary Rodríguez.
Señaló que la producción mundial sigue aumentando, lo que dificulta una mejora de los precios internacionales.
En los últimos días se reportaron pérdidas del 20 % al 100 % de las cosechas para algunos campesinos en el entorno del salar de Uyuni, en el sur del altiplano del país.
El director del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), Lorenzo Soliz, aseguró a Efe que el viento y la sequía afectaron fuertemente a las siembras de quinua entre octubre y diciembre.
Según dirigentes de tres organizaciones de productores consultados por Soliz, 18.000 hectáreas de las 85.000 que gestionan habrían perdido toda su cosecha. Se estima que la superficie total de siembra en el país son 180.000 hectáreas.
También hubo pérdidas parciales de entre el 30 % y el 80 % en otras siembras.
Según Soliz, el descenso de la producción "va a elevar el precio del producto" en el mercado interno.
El investigador consideró que "por el boom" de este alimento, el último año se ha sembrado en las zonas planas del entorno de Uyuni, poco fértiles para el grano.
Una buena forma de prevenir las consecuencias de pérdidas productivas en la quinua sería que los campesinos diversifiquen su actividad para "producir alimentos para la misma zona de Uyuni", según el director de CIPCA.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui), Benjamín Martínez, destacó a Efe la preocupación del sector.
"Vamos a tener que acudir al Gobierno", dijo, y solicitó "financiamiento para el regadío".
Mejía coincide en que el sector necesita "un salto tecnológico" para "mecanizar la producción de quinua en siembra, cosecha, todo lo que se refiere al riego y al secado del grano", afirmó.
"Necesitamos trabajar con el Estado" para implementar tecnología, de modo que las comunidades de productores puedan ser "mucho más competitivas", opinó.
También defendió "transformar la producción de secano a riego", para lo que sería necesaria inversión "nacional, departamental y regional", así como mejorar el manejo de los suelos y su fertilidad.
Rodríguez propuso "brindar a los productores capacitación y tecnología para mejorar su productividad", mejorar el rendimiento del suelo y proveer sistemas de riego, además de "investigar, cómo reducir su ciclo de producción para hacer sostenible el cultivo y que no baje año a año su rendimiento".
El gerente del IBCE subrayó la necesidad de "concretar la Denominación de Origen a nivel mundial" para posicionar "las inigualables características" de la quinua real boliviana, considerada como la de mejor calidad del mundo.
El cultivo de la quinua se descubrió en los Andes hace 7.000 años y es considerada un alimento sagrado por los pueblos originarios del altiplano boliviano, como lo fue para las culturas andinas inca y tiahuanacota.
El cereal tiene enormes propiedades nutritivas por su alta concentración de proteínas e hidratos y puede ser cultivado en climas secos o entornos de hasta 4.000 metros de altitud.
Por ello, ha experimentado un auge en los mercados internacionales durante los últimos años y en 2013 fue propuesta por la FAO para luchar contra el hambre en África en el marco del Año de la Quinua.
La Quinua esta conquistando los mercados de todo el mundo. Su éxito en Europa y Estados Unidos se debe a su extraordinaria calidad nutricional y gastronómica y a su condición de producto orgánico.
lunes, 25 de enero de 2016
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