Primero,
recolectamos el agua de lluvia.
Segundo,
usamos el agua previamente filtrada (con un cedazo de tela) para lavar la
quinua.
Tercero,
usamos la quinua para alimentarnos y el agua con residuos de saponina para nuestro
aseo personal, de nuestras prendas y utensilios también.
Cuarto, el
agua que es usada en aseo la usamos para regar nuestras plantas, entre ellas
las semillas de quinua que flotaron a la
hora del lavado, pero que igualmente tienen vigor germinativo.
Quinto, el
agua se riega a las plántulas hasta que ellas prescindan de ella.
NADA SE
DESPERDICIA, SOLO CON LA QUINUA REAL PODEMOS ALIMENTARNOS Y ASEARNOS, NO
UTILIZAMOS NINGÚN TIPO DE QUÍMICO, CUANDO NUESTROS ABUELOS LA CULTIVABAN Y UTILIZABAN
TAMPOCO NECESITABAN DE QUIMICOS PARA SU SUPERVIVENCIA, ES HORA DE QUE
APRECIEMOS LO QUE TENEMOS, NO ABUSEMOS DE LA NATURALEZA Y MÁS AL CONTRARIO
DISFRUTEMOS DE TODAS LAS BONDADES QUE NOS OFRECE LA QUINUA REAL, ESPECIALMENTE
EN ORURO, BOLIVIA DONDE LA QUINUA REAL TIENE TODAS LAS CONDICIONES
AGROCLIMÁTICAS PARA DESARROLLARSE SATISFACTORIAMENTE.
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