En la antigüedad, los aimaras conversaban con las estrellas. Cuenta la leyenda que, cerca del lago Titicaca, los pobladores querían saber quién arrancaba las matas de las papas. Una noche, un joven atrapó a uno de los ladrones; en realidad era una estrella. Al amanecer, esta se convirtió en ave y voló, pero el campesino buscó al cóndor para que lo llevara a las estrellas. Ahí vivió con la estrella, que lo alimentaba de quinua. Cuando él quiso regresar a la Tierra, la estrella le dio quinua. Desde entonces el pueblo aimara siembra este grano.
“El cultivo en Cabana es tradición de nuestros ancestros. Nuestros abuelos sembraban un cuarto de hectárea o una hectárea, solo pequeñas cantidades para el autoconsumo y la venta”, comenta Percy Dueñas, presidente de la Cooperativa Agro Industrial Cabana Ltda. (Coopain Cabana), que agrupa a agricultores de este distrito de la provincia puneña de San Román.
Aprender a crecer
Los campesinos vendían la quinua a un nuevo sol el kilogramo. En 2001 se organizaron para proveer al Pronaa, que les ofrecía 50 céntimos más. Ese año crearon la asociación de productores Ascenpromul, que unía la producción de 13 asociaciones, en beneficio directo de 218 campesinos.
Después –hace tres años– esta asociación se transformó en Coopain Cabana, que une a 15 asociaciones, con 511 socios. Gracias a la cooperación belga tiene una planta de perlado de quinua que le permite producir harina y hojuelas.
Oportunidades
Nombrar 2013 como el Año Internacional de la Quinua les ha permitido aumentar sus pedidos nacionales e internacionales. “La quinua es una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida. Es un reto para el Gobierno impulsar su siembra en todo el país para atenuar la pobreza en los Andes”, opina Dueñas.
Antes, pocos conocían sus beneficios nutricionales, entre ellos algunos médicos de la zona. Geográficamente, Cabana era el lugar adecuado para sembrar la quinua: a 3,800 m s.n.m., pues el grano se desarrolla mejor en la altura.
Cada año producen alrededor de 900 toneladas, pero la producción de este año resultó afectada por las alteraciones climáticas. Desde 2012, los asociados exportan su producción a Estados Unidos, Alemania y Francia. Percy Dueñas anuncia que pronto también exportarán a los mercados de Canadá, Holanda y España.
Los asociados de Coopain Cabana saben que necesitan ampliar su frontera agrícola. Por eso, ahora agrupan a campesinos de otras provincias, no solo de San Ramón, sino también de los distritos de la provincia de Puno: Atuncolla, Paucarcolla, Vilque, Mañazo, Tiquillaca y Capachica; así como de Ayaviri, Nuñoa y Pucará en Melgar; además de asociados de los distritos de Asillo y San José, en Azángaro.
No malogren el mercado
“El trabajo es titánico y debemos enseñarle a la gente”, comenta Dueñas mientras explica que desean alcanzar las 1,500 toneladas, pero de manera responsable. Y es que el aumento de pedidos ha originado que muchos empresarios migren a este negocio. Por eso, Dueñas pide a los intermediarios no malograr el mercado, como hicieron antes con la cochinilla, la kiwicha y la fibra de alpaca.
“Los productores gozan ahora de buenos precios, pero cuando ingresa el intermediario solo quiere ganar y recurre a artificios para ello”, explica el dirigente, que recalca que el intermediario no realizó cursos de capacitación, sensibilización o manejo orgánico, más se inserta de la noche a la mañana ante el boom.
Cuando el negocio no sea rentable, migrará a otro, y solo quedarán los agricultores. “Por eso, decimos que ese tema debe manejarse de manera responsable”, indica.
Orgánico vs. convencional
Coopain exporta quinua orgánica. La quinua “convencional” se cultiva en la Costa utilizando insumos químicos, fertilizantes, insecticidas, pesticidas, y se alcanzan rendimientos de 6,000 kilogramos por hectárea. Una enorme diferencia con la producción “orgánica”, que usa abonos naturales y un proceso orgánico, y con las justas llega a la tonelada.
La organización ha traído beneficios para los agricultores: venden más y a mejores precios. “Este grano de oro puede reducir los niveles de pobreza del Altiplano, pero necesitamos que el Gobierno, por medio de sus entidades, apoye en los aspectos productivos para tener mayores rendimientos. De manera que no suceda lo de este año, que al no existir mucha producción, empezó la especulación; los precios se vuelven inaccesibles para el consumidor peruano”.
Qori Quinoa, una herramienta
Fue en Cabana, durante el Festival Quinua Mama, que el programa Sierra Exportadora presentó en junio la marca colectiva Qori Quinoa, en una actividad en la que participaron la ministra de la Producción, Gladys Triveño; la primera dama, Nadine Heredia, y el presidente de Sierra Exportadora, Alfonso Velásquez.
Los primeros suscritos para utilizar la marca fueron los integrantes de Coopain Cabana. “Sierra Exportadora pone a disposición de los productores asociados esta nueva marca de uso colectivo, Qori Quinoa, para que la usen en empaques modernos y competitivos, en cajas de un cuarto y de medio kilogramo”, dijo el presidente de Sierra Exportadora. En esa oportunidad, también les entregaron a los asociados una máquina trilladora y una sembradora, como aporte para que mejoren su manejo agrícola y cosecha.
Y sucede que por este boom todos querrán vender quinua. Por eso, Coopain trabajará con la marca para fidelizar a sus clientes. Primero realizarán un estudio destinado a elegir las presentaciones más adecuadas para los supermercados y el mercado internacional.
¿Qué afecta a los cultivos?
En primer lugar, la granizada. Sin embargo, al ser frecuente en el Altiplano, los agricultores saben reducir sus consecuencias. La helada de marzo provocó una menor producción. La campaña agrícola se inicia este mes y los campesinos esperan un clima más benigno.
Datos
Hay potencial para producir quinua en gran parte de la Costa y la Sierra. La meta es triplicar la producción nacional a 2021.
Firmas como Grupo Orgánico Nacional S.A., Sun Packers S.R. Ltda. y otras participan de la exportación del grano.
Coopain Cabana trabaja con variedades ‘blanca’ de Juli, ‘inia salcedo’, kancolla, pasankalla, negra collana y cholito (Choclito). La cooperativa exporta 900 TM anuales de grano orgánico certificado por Comercio Justo.
Fuente
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