Incrementar la producción, reducir los costos, evitar la erosión de la tierra y sembrar más en menor tiempo son los objetivos de la transferencia de tecnología que se aplica de manera experimental en Salinas de Garci Mendoza, municipio orureño.
“El proceso de transferencia tecnológica en el campo es a mediano y largo plazo, no de inmediato”, aclaró el viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, en un acto organizado para dar inicio a la siembra de quinua en Salinas de Garci Mendoza. Los resultados del uso de maquinaria se conocerán en la cosecha de 2014.
La Fundación Fautapo con una inversión de $us 37.000 importó de Salta, Argentina, dos equipos: una sembradora y una fumigadora. Ambos son sometidos a prueba ahora que llegó la época de la siembra del grano en este municipio. Luego, las maquinarias serán llevadas a otras zonas de Oruro y Potosí, dijo David Soraide Lozano, coordinador del Programa Quinua.
El viceministro Vásquez explicó las cualidades de la maquinaria a decenas de productores de quinua, autoridades de la Gobernación de Oruro y otras instituciones. Recordó que en la región se emplean los equipos Satiri I, II y III, producidos años atrás por Virgilio Nina, mecánico de la zona al que se conoce como técnico inventor. Éstos facilitaron el arado de la tierra.
Ancestralmente y todavía en la actualidad, la mayoría de los campesinos y campesinas deben hacer pequeños huecos en la tierra para depositar la semilla pues carecen de maquinaria moderna.
Vásquez destacó que gracias a los Satiri se optimizó la siembra con la apertura de dos y cuatro surcos. Estos equipos cuentan, además, con una tolva para colocar estiércol (abono sólido) y otras dos para cargar las semillas. El viceministro precisó que con apoyo de estas máquinas se puede sembrar una hectárea en dos horas. La distancia entre los surcos es de 20 a 90 centímetros.
La sembradora traída de Argentina permite abrir seis surcos a la vez y sembrar en una hectárea lleva sólo 25 minutos. La distancia entre surcos es de 75 centímetros, explicó la autoridad.
Soraide aclaró que esta maquinaria fue adaptada para la siembra de la quinua y que dio buenos resultados en Salta en la producción de otros granos. Otra diferencia es que la nueva sembradora tiene una tolva con capacidad de 25 kilos; la Satiri es de cinco. El coordinador de Fautapo agregó que también optimiza la cantidad de estiércol con que se abona la tierra. Actualmente se usan diez toneladas por hectárea y con esta máquina baja a dos toneladas.
Soraide también destacó que estas máquinas no abren de manera profunda los surcos. La localización de las semillas es casi sin remover el suelo y eso evita que se amplifique la erosión.
Estima que la producción de quinua a obtener será de 18 a 20 quintales por hectárea, aunque aclaró que el rendimiento dependerá también del buen manejo de tierra, control de plagas y uso del abono. “Al principio puede haber alguna merma hasta ajustar el equipo”, acotó Soraide.
La principal característica de la fumigadora es que tiene capacidad para abono líquido.
El viceministro destacó que Fautapo adquirió esta maquinaria con la asistencia técnica del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf). Los productores esperan que los resultados sean positivos, pero tendrán que aguardar hasta la cosecha de abril de 2014.
Víctor Pacosillo, precursor de la maquinaria de los granos
Víctor Pacosillo Laruta, técnico alteño, fue uno de los primeros que investigó, diseñó y fabricó equipos para la producción de quinua en alianza con el Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles (CPTS). Pacosillo sostiene que acaba de concluir el prototipo de una nueva sembradora de tres surcos que pronto estará en el mercado para facilitar la siembra de quinua orgánica en tierras áridas. “Nosotros trabajamos en tierras no tradicionales del altiplano boliviano, donde la tierra se encuentra en proceso de erosión natural, pero las mismas pueden volver a ser productivas”, indicó. Agregó que su empresa, junto al CPTS, ofrece un paquete completo para capacitar en la producción sostenible del grano.
Virgilio Nina, inventor de las maquinaria Satiri I - II y III
El Taller de Investigación y Mecánica de Tecnología Agrícola Andina, establecido en Salinas de Garci Mendoza en 1980, opera bajo los principios de que la práctica es el modo de aprendizaje y que se debe aprender viviendo las circunstancias. Dedica sus actividades al estudio de maquinaria para diseñar equipos agrícolas que compatibilicen la tecnología tradicional con las exigencias del cultivo de la quinua orgánica en el altiplano boliviano. En esta labor se ha logrado crear los Satiri I, II y III, además del arado Qhulliri y otras maquinarias aptas para el cultivo de la quinua, explica su creador Virgilio Nina en el sitio web infoquinua.bo
Las características de la nueva sembradora de seis cabezas
Las maquinarias que Fautapo introduce en el cultivo de quinua son una sembradora de seis cabezas y una fumigadora industrial, ambas de fabricación argentina. La primera está acondicionada específicamente para la quinua. El ancho total de la máquina es de 4,30 m. Sirve para arar y echar las semilla en seis surcos con una separación de 75 cm. El depósito de semilla es de cinco a 20 centímetros. La capacidad de la tolva es para 50 kg y la tolva de la fumigadora para 500 kg. El peso de la sembradora es de 1.200 kg y la dosificación de semillas va de 2 a 6 kg. Las cuchillas abren surcos de un ancho de labor de 25 mm y el nivel de profundidad de tierra removida llega hasta 10 cm.
Productores
Mauro Barco: ‘Hay que tener cuidado con la erosión’
“Está bien la mecanización del agro, pero hay que tener cuidado con la erosión de la tierra, porque al incorporar maquinaria se produce la erosión eólica con mayor fuerza que cuando se siembra manualmente. Habría que colocar abono orgánico cada año para tener un adecuado manejo de la tierra”, manifestó el productor Mauro Barco, jilakata del ayllu Tunupa del municipio de Salinas de Garci Mendoza, en la demostración de la maquinaria en la comunidad Castilluma.
Pelagio Mamani: ‘Debemos esperar los resultados’
“Me parece bueno que haya maquinaria de seis surcos, pero hay que ver todavía los resultados. Ahora no vemos cómo deja la semilla, pero es un inicio y hay que esperar los resultados al año cuando tengamos la cosecha”, expresó Pelagio Mamani Huarachi, mallku mayor de la marka Salinas. El dirigente indígena dijo que “sería bueno que todos los productores tengan su tractor para facilitar la producción de quinua, esperemos que el Gobierno nos ayude”.
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