Alejandra Pau/ La Paz - 29/09/2012 -Página Siete
A mediados del siglo pasado, cuando muy pocos conocían el valor real de la quinua, Bethsabé Íñiguez de Barrios investigó sus propiedades alimenticias y escribió el primer libro -con más de mil recetas- sobre las potencialidades y las diferentes formas de preparar este grano.
Tapa del Libro: Mil delicias de la Quinua de Bethzabe Iñiguez de Barrios
En 2010 se inició el trámite para que el Estado Plurinacional de Bolivia reconozca la labor de esta gestora -que fue nombrada “promotora boliviana de la quinua”- y, a la par, se inició un proceso de rescate de sus recetas.
Debido a esta pasión y a su profunda afición por las tradiciones bolivianas, en la década de los 60 Íñiguez profundizó sus conocimientos sobre el “grano de oro” y lo promocionó mediante numerosas y variadas recetas que no sólo elaboraba con habilidad, sino que también enseñaba a preparar durante sus recorridos por el país.
Su labor para que las amas de casa reemplacen alimentos de menor valor nutritivo por la quinua fue inédita, pues en aquellos años se creía que su consumo estaba relegado al área rural.
Pero hoy en día la apreciación del grano de oro ha cambiado y muestra de ello es que 2013 será el Año Internacional de la Quinua. A la par, Bolivia se ha convertido en el primer productor y exportador de quinua real orgánica a Estados Unidos, Europa y Asia.
Emprendedora
Nacida en 1918 en la ciudad de Oruro, Bethsabé Íñiguez quedó huérfana siendo niña. Su principal apoyo desde entonces fue su hermano mayor. Se educó como interna en el colegio Santa Ana.
“Esa pérdida motivó que se hiciera muy fuerte y a pesar de ser la hermana menor, supo proteger a su hermano como una madre”, recuerda su hija Rosario Betshabé Barrios.
Sus años de estudio transcurrieron durante los difíciles momentos que atravesó Bolivia durante la Guerra del Chaco. Posteriormente ingresó a la Escuela Profesional Técnica Adolfo Ballivián para aprender diversas técnicas en manualidades.
Se destacó tanto que durante su último año como estudiante se convirtió en profesora de corte y confección, área en la que se tituló.
Mil delicias de la quinua
Una vez casada estudió nutrición y alimentación en parte debido a su preocupación por la desnutrición que había observado en los niños de las provincias del departamento de Oruro.
Fue entonces que el interés por la quinua y todas sus propiedades alimenticias no sólo se incrementó, sino que se convirtió en una opción definitiva, una respuesta a las necesidades que observaba a su alrededor.
“Después de sus investigaciones mi madre tenía la convicción de que con la quinua se podía afrontar hasta la peor carencia de alimentos”, manifiesta Barrios. El resultado de su trabajo se vio plasmado en el libro Mil delicias de la quinua, publicado en 1977.
El texto fue altamente valorado, pues fue prologado por Mario Tapia, especialista en desarrollo agrícola que por entonces trabajaba en la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otras autoridades.
En sus páginas están plasmadas recetas que conforman menús completos elaborados a partir de quinua: además de desayuno, almuerzo y cena, aperitivos, como un cóctel, el tradicional pan de batalla, masa para salteñas, laguas, graneados, ajíes, fiambres, mermeladas, postres, api y café del grano de oro.
Antes de incluirlas en su colección, Íñiguez ponía cada una de sus recetas a consideración de su familia. “Junto a mis tres hermanos y mi papá éramos quienes probábamos, pero la aprobación final siempre era de mi papá, quien la alentaba a seguir adelante”, recuerda su hija.
Prevén publicaciones
En mérito a sus constantes seminarios, su trabajo con amas de casa de todo el país, su libro y la publicación de otros recetarios, fue nombrada Promotora Nacional de la Quinua, a inicios de la década de los 80.
Todas las recetas del libro Mil delicias de la quinua serán nuevamente publicadas, pero en recetarios más breves que saldrán a la venta periódicamente.
“Además ha dejado un libro inédito con recetas de influencia europea que recién vamos a publicar en español, inglés y francés. Tiene preparaciones de pastas de quinua con anchoas, quinua a la berlinesa, con salmón, entre otras”, afirma Rosario.
Por otro lado, un recetario publicado por la Universidad Técnica de Oruro, que siempre apoyó su labor, será traducido al quechua y al aymara.
Reconocimiento
En 2010, el senador Mario Choque, con el apoyo de la brigada parlamentaria de ese departamento, inició la representación para que Íñiguez sea reconocida por el Estado como pionera en la difusión de la quinua.
Un cambio en los reglamentos de la Asamblea Legislativa Plurinacional impide que se apruebe esta iniciativa. “Creo que le correspondía la bandera de oro, pero se está esperando que salga”, manifiesta Barrios.
Por su parte, Choque explica que el trámite ha pasado a la Comisión de Educación de la Cámara de Senadores. “A la fecha no ha sido aprobado porque aún no se ha reglamentado el tema de los reconocimientos a nivel nacional”, dijo.
Gracias a precursores como Betshabé Íñiguez el boom que ha tenido de la quinua en los últimos años ha trascendido a la cocina tradicional y de exportación, y llegó también a la comida novo boliviana.
El chef del restaurante Villaserena, Juan Pablo Villalobos, señala que cada vez se valora más a este grano, en diferentes espacios.
“Creo que dentro de la cocina novo boliviana, si se quiere lograr una preparación de calidad y con muchas cualidades, fácilmente se piensa en la utilización de la quinua como un insumo importante dentro de la cocina”, opina.
Uno de los objetivos de la familia de Íñiguez es asegurar que el legado del trabajo “quijotesco” que desarrolló por más de cuatro décadas se preserve y llegue a la mayor cantidad posible de gente.
Rosario Bethzabe hija de Bethzabe Iñiguez de Barrios
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