La incorporación de nuevas tecnologías podrían triplicar la producción de quinua en esta región del país, cuidando además el medio ambiente, según proyecto de la Fundación Altiplano.
En la actualidad, el promedio de producción del “grano de oro” es de 600 kilos por hectárea según información presentada por el director ejecutivo de la Fundación Altiplano, Limber Sánchez Miranda, en la asamblea ordinaria de socios, en la que se presentó la memoria anual, donde se informa los alcances de temas concernientes al desarrollo agropecuario y agroindustrial en algunos sectores del altiplano.
En la asamblea se explicó que los resultados hasta el momento, son positivos porque se logró cumplir los objetivos trazados, mediante el estudio realizado con los productores, donde se conoció que la producción de quinua es óptima y que pretende mejorar en la segunda etapa.
Según Sanchez, el trabajo que realiza la fundación es brindar apoyo al desarrollo agropecuario industrial en el altiplano, con una inversión aproximada de 1.200.000 bolivianos, esencialmente en los sectores quinueros, haberos, textiles de camélidos, producción primaria de quinua, exportaciones, transferencia de tecnologías, exportaciones del producto, apoyando aproximadamente a 2.000 familias que fueron atendidas este año.
Fundación Altiplano, coordina el apoyo con cooperantes que tienen base en Bolivia y actualmente se gestiona el apoyo de España, Estados Unidos y otros países de Europa, para continuar fortaleciendo las capacidades institucionales de la fundación, que al conocer sus experiencias, permitirá apoyar a grupos de pequeños productores y empresarios que necesitan de este tipo de iniciativas para obtener mejores ingresos.
Los municipios por su parte como socios de algunos proyectos, reciben asistencia técnica y co financian algunas demandas, habiendo logrado hasta el momento la constitución de 27 micro empresas rurales, que exportan sus productos con términos de calidad, eficiencia y manejo empresarial muy promisorio.
“Muchos de ellos exportan solos, porque ya conocen temas sobre comercio exterior, otros productores que son más pequeños, luchan por ser parte indispensable del mercado local”, manifestó.
CAPACITACIÓN
En primera instancia se procedió a la capacitación sobre producción ecológica de la quinua, por ser un producto requerido a nivel mundial, consecutivamente se inició con la incorporación de tecnología competitiva para producir quinua, con el objetivo de cuidar el tema medio ambiental.
“La exigencia para continuar apoyándoles, es que los productores utilicen maquinaria que proteja el medio ambiente sin necesidad de voltear más terrenos para continuar utilizando los mismos con una mejor tecnología que les permita duplicar o triplicar su producción”, dijo.
En la actualidad, el promedio de producción del “grano de oro” es de 600 kilos por hectárea según información presentada por el director ejecutivo de la Fundación Altiplano, Limber Sánchez Miranda, en la asamblea ordinaria de socios, en la que se presentó la memoria anual, donde se informa los alcances de temas concernientes al desarrollo agropecuario y agroindustrial en algunos sectores del altiplano.
En la asamblea se explicó que los resultados hasta el momento, son positivos porque se logró cumplir los objetivos trazados, mediante el estudio realizado con los productores, donde se conoció que la producción de quinua es óptima y que pretende mejorar en la segunda etapa.
Según Sanchez, el trabajo que realiza la fundación es brindar apoyo al desarrollo agropecuario industrial en el altiplano, con una inversión aproximada de 1.200.000 bolivianos, esencialmente en los sectores quinueros, haberos, textiles de camélidos, producción primaria de quinua, exportaciones, transferencia de tecnologías, exportaciones del producto, apoyando aproximadamente a 2.000 familias que fueron atendidas este año.
Fundación Altiplano, coordina el apoyo con cooperantes que tienen base en Bolivia y actualmente se gestiona el apoyo de España, Estados Unidos y otros países de Europa, para continuar fortaleciendo las capacidades institucionales de la fundación, que al conocer sus experiencias, permitirá apoyar a grupos de pequeños productores y empresarios que necesitan de este tipo de iniciativas para obtener mejores ingresos.
Los municipios por su parte como socios de algunos proyectos, reciben asistencia técnica y co financian algunas demandas, habiendo logrado hasta el momento la constitución de 27 micro empresas rurales, que exportan sus productos con términos de calidad, eficiencia y manejo empresarial muy promisorio.
“Muchos de ellos exportan solos, porque ya conocen temas sobre comercio exterior, otros productores que son más pequeños, luchan por ser parte indispensable del mercado local”, manifestó.
CAPACITACIÓN
En primera instancia se procedió a la capacitación sobre producción ecológica de la quinua, por ser un producto requerido a nivel mundial, consecutivamente se inició con la incorporación de tecnología competitiva para producir quinua, con el objetivo de cuidar el tema medio ambiental.
“La exigencia para continuar apoyándoles, es que los productores utilicen maquinaria que proteja el medio ambiente sin necesidad de voltear más terrenos para continuar utilizando los mismos con una mejor tecnología que les permita duplicar o triplicar su producción”, dijo.
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