ETOLOGIA.
Son polillas de hábitos nocturnos, los huevos son depositados en másas pequeñas o aisladamente sobre las hojas (envés), tallos de plantas tiernas y suelo o pie de plantas tiernas. La capacidad de oviposición varía de 450 a 500 huevos. Las larvas eclosionadas son gregarias y sobreviven entre ellos por canibalismo. Los estadios IV, V y VI son migratorias y polífagas voraces. En quinua, son cortadoras de plantas tiernas, defoliadores (Foto2) y destructor de panojas. Empupan en el suelo al pie de la planta a 5 cm de profundidad.
Foto2. Daño larval de Copitarsia turbata H.S. sobre hojas de quinua (P. Delgado)
DINAMICA POBLACIONAL.
La población de polillas es constante cada año, en cambio, la erupción larval es variable (Foto3) en las diferentes campañas agrícolas, por ello, si la relación fluctuación de población y grado de infestación larval de C. turbata evidencia condición de plaga ocasional puede causar perjuicio económico al cultivo.
Los mecanismos de erupción larval a nivel de daño económico no están bien determinadas, aparentemente, los factores de resistencia ambiental en ciertas campañas agrícolas actúan en forma inversa a los factores de densidad dependiente y densidad independiente.
Además, los veranillos o sequías condicionan un preferendum ecológico satisfactorio, con ello, la temperatura influye favorablemente en las distribución, velocidad de desarrollo, ritmo de metabolismo, crecimiento y comportamiento sobre C. turbata al estado larval.
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