martes, 7 de marzo de 2017

Avanza proyecto cruceño para masificar producción de quinua



La investigación privada en la industria de la quinua da sus primeros pasos en Bolivia de la mano de un emprendimiento que apunta a producir el grano andino en suelo cruceño y a triplicar el actual rendimiento promedio de esos cultivos.

Marin Condori, ingeniero agrónomo especialista en mejoramiento genético de plantas, empezó a trabajar en el proyecto hace siete años con el objetivo de tener en Santa Cruz —el nuevo granero del país— un “cultivo alternativo, toda vez que faltan lluvias y cultivos para, principalmente, el invierno” en la región.

Esta labor le permitió realizar pruebas de campo desde 2015 en la Hacienda Agrícola y Ganadera del Señor, ubicada en el municipio Fernández Alonso, donde el año pasado — “cuando se dio una de las sequías más crudas” en ese departamento— se produjeron 1,9 toneladas por hectárea de quinua tropicalizada, siendo que el promedio de productividad del grano en el altiplano es de 800 kilos.

“Nosotros podemos llegar a obtener un rendimiento por encima de las 2,5 o 3 toneladas por hectárea”, sostiene el agrónomo.

El aumento de la productividad y las opciones de cultivo de la quinua en tiempos del cambio climático no solo son de interés del sector privado, el aparato estatal también trabaja en esta materia.

Aunque no cuenta aún con infraestructura propia, el Centro Internacional de la Quinua (CIQ), creado en marzo de 2014, desarrolla desde el año pasado una investigación que busca incrementar el rendimiento de la quinua orureña a través de sistemas de riego y control integrado de plagas, además del uso de semilla certificada y bioinsumos.

AVANCES. El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), a su vez, efectuó en 2015 y parte de 2016 una pesquisa para cultivar el cereal en los valles y el Chaco de Bolivia. Sin embargo, este proyecto se dejó de lado para potenciar la presencia del alimento en el altiplano.

“Lo que se está haciendo es fortalecer la quinua en el occidente (...) para que los productores tengan mejores condiciones de vida”. Actualmente, “no tenemos trabajos” para llevar el grano a otras zonas, porque “para el altiplano la quinua se constituye en un medio de vida”, afirma Jorge Guzmán, director de la entidad pública.

Para Condori, la quinua tropicalizada encajaría perfectamente en el sistema de rotación de la soya cruceña, ya que el cultivo intercalado del grano andino evitaría el desarrollo de patógenos (insectos y parásitos) que se multiplican en las áreas de producción en las que la oleaginosa ha sido sembrada de forma continua. Otra gran ventaja de la producción quinuera en oriente, destaca, es que la planta puede desarrollarse dos veces por año, siendo que en el altiplano la cosecha se realiza solo una vez por año, pero con granos más grandes de los que se pueden obtener en Santa Cruz.

“A la fecha afinamos” aspectos del cultivo del cereal “como el manejo, la cosecha, la densidad y el uso de herbicidas, pero genéticamente el material ya está tropicalizado (...). Creo que en breve, dentro de un año y medio o dos, vamos a comenzar la producción comercial”, asevera el ingeniero.

Una eventual producción de quinua tropicalizada en Bolivia “no nos afectará en absoluto” porque “nuestro producto es diferenciado, tiene su marca”, dice Endulfo Gabriel, presidente de la Asociación de Productores de Quinua de Salinas, que aglutina a los agricultores del altiplano sur.

DESARROLLO. “En el mundo se están produciendo hoy diferentes tipos” del grano. “Ya existe la tropicalizada en países del Medio Oriente y en Bolivia es importante también avanzar en este aspecto (...). Entonces, si el Gobierno apoyaría esos procesos estaría bien, porque también estaríamos introduciendo al mercado internacional quinua boliviana del trópico. Esa me parece una buena idea”, comenta el dirigente.

No opina lo mismo Paola Mejía, gerente general de la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua y Productores Orgánicos. “Nos oponemos a que se hagan modificaciones genéticas a un alimento orgánico que ha resultado tener tan elevados valores nutricionales. El grano producido en el intersalar (zona que comparten los departamentos de Oruro y Potosí) es libre de gluten y tiene un elevado contenido de proteínas y litio. Todas estas condiciones serán imposibles de replicarla adaptándolo a otros suelos”, asevera.

Al respecto, Benjamín Martínez, principal dirigente de la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui), expone que el producto final tropicalizado “nunca se va a comparar con la quinua real del altiplano sur, por la calidad nutricional que tiene” este último alimento.

Lo cierto es que el proyecto de Condori se convierte en una opción importante para incrementar la oferta nacional de quinua en momentos en que el país fue desplazado por Perú como el mayor productor de quinua del mundo y en el que el incremento global de los cultivos redujo el precio internacional del alimento.

El cereal se produce al momento en 96 países, por lo que es importante diferenciar el producto boliviano del que se consigue en otros países, recomienda el presidente de Anapqui.

Actores

Marín Condori

‘Alcanzamos 1,9 toneladas por hectárea’

“En la hacienda donde se cultiva la quinua (en Santa Cruz) hemos alcanzado 1,9 toneladas por hectárea, rendimiento que no se consigue en el altiplano. Allá siempre está por debajo de la tonelada por hectárea, a veces 800 kilos en el mejor de los casos. Nosotros tranquilamente podemos llegar a obtener por encima de las 2,5 o 3 toneladas por hectárea”.

Endulfo Gabriel

‘La calidad de nuestro grano se impone siempre’

“Se ha descubierto el genoma de la quinua, una vez descubierto el mundo entero puede hacer lo que quiera con el grano para producirlo. Pero Bolivia tiene una ventaja, cualquier quinua que se produzca en el planeta nunca será igual que la nuestra. No tendremos grandes cantidades, pero nuestra calidad se impone siempre”.

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Quinua el Grano de Oro

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