En los países andinos la ancestral quinua es común en la mesa diaria. Prácticamente se crece comiendo este “cereal de oro”. Pero hoy, como en la historia de la Cenicienta, la realeza ha aceptado a la quinua y se considera ya un ingrediente sofisticado en los países industrializados. ¿Por qué? Por sus increíbles propiedades nutritivas y hasta curativas.
Casi por casualidad, Ana Chipana descubrió estas últimas cuando su esposo Ramiro Silvestre tuvo una enfermedad gástrica, producto de una mala alimentación que casi lo lleva a la sala de operaciones. De acuerdo a ella, cuando Ramiro cambió su dieta y empezó a ingerir comidas a base de quinua durante cinco meses, se recuperó sin necesidad de recurrir al bisturí. “Me quedé sorprendida”, cuenta Chipana, originaria de La Paz, Bolivia. “Me di cuenta que mucha gente padece igual que mi esposo y me dije, tienen que saberlo”.
Lo que aprendió en el proceso, la llevó a convertirse en una pequeña empresaria, chef y nutricionista; ¿su ingrediente estrella? la quinua.
Chipana inmigró a Estados Unidos en el año 2000. Trabajó limpiando casas, cuidando niños, en la cafetería de una escuela y en bienes raíces hasta que se ubicó como operaria en una empresa farmacéutica. En la crisis de 2008 perdió su trabajo.
“Un día nos reunieron y nos escoltaron a la salida. Fue un shock”, recuerda. Pero parte del significado de la palabra “crisis” en japonés, es “oportunidad”. En el caso de Chipana, se cumplió a cabalidad.
Mientras tanto, ella había hecho de su cocina una “incubadora” donde probaba todo tipo de platos con quinua. Entre ensayo y error, fue comprobando que podía empezar un negocio con sus creaciones y así lo hizo.
Con un subsidio de $6,000 de la agencia gubernamental de empleos Workforce1 y una beca de la universidad Unilatina International College en el condado Broward, Florida, Chipana empezó a estudiar Administración de Empresas. También recibió ayuda del programa para pequeños empresarios de la organización Hispanic Unity of Florida.
En 2010, en medio de sus estudios, montó su pequeña empresa: Wara Quinoa Organic Bakery. Con mucho esfuerzo y pocos empleados, Chipana elabora y entrega a pedido tres productos principalmente: pasteles y muffins de quinua de naranja, manzana, chocolate, banana, piña y blueberries y galletas de quinua. También están sus jugos y su famosa huminta de quinua. Todo completamente orgánico, sin azúcar ni gluten.
Sus logros
En 2012:
La invitan a hacer un desayuno en una conferencia para técnicos y astronautas en la National Aeronautics and Space Administration (NASA) en Cabo Cañaveral y ¡allá fue!
En 2013:
Declarado por las Naciones Unidas como el “Año Internacional de la Quinua”, fue también el año en que Ana, de 42 años, se empieza a consolidar internacionalmente como la “embajadora” informal de la quinua boliviana.
A donde vaya Ana, siempre lleva arreglos florares con la hermosa planta de quinua.
El 20 de febrero de 2013, Ana llevó sus platillos, elaborados con quinua, ante las Naciones Unidas (ONU). Allí estaban el secretario general de dicha organización Ban Ki-moon; el presidente de Bolivia, Evo Morales y el director general de laOrganización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las noticias corrieron hasta Shanghái, China, donde fue invitada recientemente a una competencia de artes culinarias.
Sus platillos
Sobre su cocina, la idea de la chef es fusionar la quinua con otros ingredientes en sus platos. “Es lo que está de moda, que se mezclen los sabores, pues en Estados Unidos hay muchas culturas”, manifiesta.
“Podemos ponerle un toque de quinua a lo ecuatoriano, peruano o (a platillos) de otros países, como por ejemplo un tabouleh, un sushi “andino”, o un risotto que ya sería un quinotto”, comenta entusiasmada.
En este año Chipana, que vive en Tamarac, Florida, está elaborando un plan de negocio para instalar su propia cafetería.
“Yo no tenía idea que iba a ser una repostera y nutricionista. Mi esposo se enfermó, pero fue con un propósito, pues a través de eso entendí muchas cosas y le doy todo el crédito a Dios”, concluye.
En 2012:
La invitan a hacer un desayuno en una conferencia para técnicos y astronautas en la National Aeronautics and Space Administration (NASA) en Cabo Cañaveral y ¡allá fue!
En 2013:
Declarado por las Naciones Unidas como el “Año Internacional de la Quinua”, fue también el año en que Ana, de 42 años, se empieza a consolidar internacionalmente como la “embajadora” informal de la quinua boliviana.
A donde vaya Ana, siempre lleva arreglos florares con la hermosa planta de quinua.
El 20 de febrero de 2013, Ana llevó sus platillos, elaborados con quinua, ante las Naciones Unidas (ONU). Allí estaban el secretario general de dicha organización Ban Ki-moon; el presidente de Bolivia, Evo Morales y el director general de laOrganización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las noticias corrieron hasta Shanghái, China, donde fue invitada recientemente a una competencia de artes culinarias.
Sus platillos
Sobre su cocina, la idea de la chef es fusionar la quinua con otros ingredientes en sus platos. “Es lo que está de moda, que se mezclen los sabores, pues en Estados Unidos hay muchas culturas”, manifiesta.
“Podemos ponerle un toque de quinua a lo ecuatoriano, peruano o (a platillos) de otros países, como por ejemplo un tabouleh, un sushi “andino”, o un risotto que ya sería un quinotto”, comenta entusiasmada.
En este año Chipana, que vive en Tamarac, Florida, está elaborando un plan de negocio para instalar su propia cafetería.
“Yo no tenía idea que iba a ser una repostera y nutricionista. Mi esposo se enfermó, pero fue con un propósito, pues a través de eso entendí muchas cosas y le doy todo el crédito a Dios”, concluye.
Fuente: http://www.aarp.org/espanol/cocina_y_nutricion/cocina-moderna/info-03-2014/chef-ana-chipana-entrevista.html#.UyIMPSeco0E.hotmail
No hay comentarios:
Publicar un comentario