El cultivar Chucapaca se lanzo a campo el año 1986, fruto del trabajo del IBTA (Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria)-PROYECTO QUINUA gracias al trabajo de Humberto Gandarillas, Gualberto Espíndola, Raúl Saravia, Alejandro Bonifacio y E. Ballón. Siendo el material genético que dio origen a esta variedad las Accesiones 0086 y 0005, según el IBTA (1996)
Este cultivar puede llegar a tener mejores rendimientos de grano comparados con materiales genéticos provenientes del Altiplano norte y central e incluso las variedades reales originarias del Altiplano sur según la Tesis de Elizabeth Huarachi realizada en la gestión agrícola de 2004 a 2005, en la comunidad de Pitca, del ayllu Cora Cora, primera sección municipal Salinas de Garci Mendoza, de la provincia Ladislao Cabrera del Departamento de Oruro. Huarachi E. (2008)
Su comportamiento en el Altiplano Central es bastante bueno, desarrollando panojas prominentes; sin embargo el bajo contenido de saponina del grano lo hace más susceptible al ataque ornitológico, según lo evidencio Claudia Vela en su Tesis llevada campo en el Centro Experimental Agropecuario Condoriri (CEAC) en la gestión agrícola de 2005 a 2006.
Si bien el grano del cultivar Chucapaca a simple vista tiene un tamaño de mediano, consideramos que su buen rendimiento es una característica muy importante a la hora del establecimiento de ensayos experimentales con cultivares obtenidos por hibridación, más aún si consideramos que sus progenitores provienen del Altiplano central de La Paz y el Altiplano Sur de Oruro.
Su cualidad de tener bajo contenido de saponina resulta muy beneficioso a la hora de beneficiar el grano, ya que se tarda menos tiempo y se usa menos agua en su lavado; sin embargo esta misma cualidad resulta ser una deventaja cuando el cultivo se siembra en lugares con abundantes aves que gustan de comer el grano de quinua.
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