La siembra de la quinua es una labor de suma importancia, para obtener una buena instalación y producción, la cual está en función a la cantidad adecuada de plantas por hectárea, distanciamiento preciso entre ellas, así como profundidad exigida por esta planta.
La mecanización de la siembra es innegable cuando se instalan grandes extensiones y se desea ahorrar mano de obra, semilla y tiempo, así como obtener precisión y uniformidad en la siembra. Para ello se utilizan sembradoras o sembradoras- abonadoras, teniendo éxito con estas últimas, tanto en sierra como en costa. Las sembradoras ha utilizar para la quinua deben tener ciertas características y cualidades, entre estas que la densidad de siembra sea de fácil regulación y a la vez precisa. La profundidad de siembra debe ser regulable y quedar constante una vez regulada, la distribución de la semilla y el fertilizante debe ser uniforme, debe servir para sembrar semillas de diferentes tamaños desde las pequeñas como las semillas de pastos hasta grandes como el maíz, de tal manera que la misma sembradora se pueda utilizar para todos los cultivos graníferos de la zona y finalmente debe ser construido de material noble, en especial los sistemas de regulación, alimentación y distribución.
Es conveniente efectuar anticipadamente una buena regulación y para cada variedad a sembrar puesto que de ello dependerá gran parte del éxito de la siembra mecanizada, se recomienda tener en cuenta los siguientes cuidados y precauciones para que el uso de la sembradora sea óptima y adecuada.
Antes de iniciar el trabajo se debe cerciorarse de la lubricación perfecta de los puntos de rodamiento, no dar virajes bruscos y no dar vuelta antes de que la sembradora esté completamente levantada, puesto que esto puede ocasionar ruptura o doblado de los órganos de enterrar. No se traslada la sembradora jalada o montada al tractor a grandes distancias ni cuando esté cargada de semilla o fertilizante en la tolva, se debe disponer de un ayudante detrás de la sembradora, con el fin de controlar que la caída de semilla y fertilizante sea normal, pues muchas veces se atasca así como para retirar piedras u otros obstáculos durante la siembra. La posición de la sembradora tiene que ser la correcta, debe estar bien nivelada, lateralmente mediante los brazos y hacia adelante mediante el tiro de barra. No se utiliza tractores pesados para sembradoras pequeñas a livianas. Una vez terminada la siembra es necesario percatarse que la tolva de semilla y la del fertilizante queden vacías y limpias, para evitar mezclas cuando se utilice otra variedad y se efectúe otra siembra o el fertilizante corroa la tolva y los rodillos de alimentación.
Si la sembradora no trae instrucciones de siembra para la quinua, usar las regulaciones de un grano parecido o en su defecto efectuar la regulación especifica para la quinua, utilizando el diámetro de la rueda de la sembradora (D), calcular la longitud de la circunferencia de la misma (L), con la formula: L= D x ðp.
La mecanización de la siembra es innegable cuando se instalan grandes extensiones y se desea ahorrar mano de obra, semilla y tiempo, así como obtener precisión y uniformidad en la siembra. Para ello se utilizan sembradoras o sembradoras- abonadoras, teniendo éxito con estas últimas, tanto en sierra como en costa. Las sembradoras ha utilizar para la quinua deben tener ciertas características y cualidades, entre estas que la densidad de siembra sea de fácil regulación y a la vez precisa. La profundidad de siembra debe ser regulable y quedar constante una vez regulada, la distribución de la semilla y el fertilizante debe ser uniforme, debe servir para sembrar semillas de diferentes tamaños desde las pequeñas como las semillas de pastos hasta grandes como el maíz, de tal manera que la misma sembradora se pueda utilizar para todos los cultivos graníferos de la zona y finalmente debe ser construido de material noble, en especial los sistemas de regulación, alimentación y distribución.
Es conveniente efectuar anticipadamente una buena regulación y para cada variedad a sembrar puesto que de ello dependerá gran parte del éxito de la siembra mecanizada, se recomienda tener en cuenta los siguientes cuidados y precauciones para que el uso de la sembradora sea óptima y adecuada.
Antes de iniciar el trabajo se debe cerciorarse de la lubricación perfecta de los puntos de rodamiento, no dar virajes bruscos y no dar vuelta antes de que la sembradora esté completamente levantada, puesto que esto puede ocasionar ruptura o doblado de los órganos de enterrar. No se traslada la sembradora jalada o montada al tractor a grandes distancias ni cuando esté cargada de semilla o fertilizante en la tolva, se debe disponer de un ayudante detrás de la sembradora, con el fin de controlar que la caída de semilla y fertilizante sea normal, pues muchas veces se atasca así como para retirar piedras u otros obstáculos durante la siembra. La posición de la sembradora tiene que ser la correcta, debe estar bien nivelada, lateralmente mediante los brazos y hacia adelante mediante el tiro de barra. No se utiliza tractores pesados para sembradoras pequeñas a livianas. Una vez terminada la siembra es necesario percatarse que la tolva de semilla y la del fertilizante queden vacías y limpias, para evitar mezclas cuando se utilice otra variedad y se efectúe otra siembra o el fertilizante corroa la tolva y los rodillos de alimentación.
Si la sembradora no trae instrucciones de siembra para la quinua, usar las regulaciones de un grano parecido o en su defecto efectuar la regulación especifica para la quinua, utilizando el diámetro de la rueda de la sembradora (D), calcular la longitud de la circunferencia de la misma (L), con la formula: L= D x ðp.
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