l perjuicio larval, se expresa en términos de pérdida en rendimiento del grano, aunque, el daño no siempre implica perjuicio a la planta. E. quinoae durante la cosecha, disminuye los rendimientos en calidad y cantidad del grano de 40 % (Quispe, 1976) a 50 % (Ortíz, l998).
Medir las pérdidas es complicado, generalmente se fundamenta en apreciaciones por expertos y métodos experimentales, este último, se sustenta comparando rendimientos de plantas protegidas con plantas artificialmente infestadas, conducentes en determinar Umbral de Daño Económico (UDE) y Nivel de Daño Económico (NDE).
TECNICAS DE CONTROL.
La reducción de las densidades de población de E. quinoae, requiere la integración de varios métodos de control compatibles con el equilibrio ecológico del agroecosistema quinua, estructurado básicamente en el control cultural (Bravo, l992) y complementados con el control biológico natural, sin embargo, si los Umbrales y Niveles de Daño Económico ameritan se puede recurrir al control químico.
• CONTROL CULTURAL. Las prácticas agronómicas previenen infestaciones de q’hona q’hona, responden a una planificación de manejo del cultivo. La secuencia es:
-Preparar el suelo con una buena aradura y mullido, para destruir pupas invernantes.
-Eliminación de plantas hospederas alternantes, como solanaceas (k!ipa papa) y Chenopodaceas remanentes (ayaras) de la campaña anterior.
-Desáhijes oportunos, para evitar microclimás benignos y favorecer la gradación de poblaciones dañinas.
• CONTROL BIOLOGICO. En la naturaleza la dinámica poblacional de E. quinoae larval es limitada por la resistencia ambiental biótica (controladores bilógicos), los predatores y parasitóides actúan como factores densidad-dependiente y constituyen una fase del control natural.
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