Las exportaciones de quinua al mercado estadounidense tienen a su principal proveedor al Perú que este año alcanzó 40 por ciento de las importaciones que realiza a este país, mientras que Bolivia que repuntó en 2013 con 65 por ciento de participación en la demanda de Estados Unidos bajó en 2014 a 46 por ciento.
MERCADOS
Esta es una seria pérdida de mercados para el “grano de oro” que produce Bolivia, siendo que Estados Unidos es el principal país que importa el cereal. Además abre la interrogante que la campaña oficial del Año Internacional de la Quinua no tuvo el acompañamiento productivo, y que ahora se busca remediar con acciones aún aisladas de algunos eslabones de la cadena de valor.
“Perú aprovecha de mejor manera el Año Internacional de la Quinua donde Bolivia realizó un extraordinario despliegue externo, pero del cual el vecino Perú está sacando ventajas”, admitió Juan Pablo Seleme, presidente de la Cámara de Exportadores de Quinua y Productos Orgánicos (Cabolqui) que la semana pasada cerró un acuerdo de donación de casi 2 millones de dólares con el BID para triplicar la productividad del cereal e introducir mejoras tecnológicas de investigación y desarrollo en el altiplano sur del país.
POLÍTICA OFICIAL
Gobierno Nacional apostó por el crecimiento del sector, desde las actuales 160.000 hectáreas de siembra de quinua, para alcanzar progresivamente a 200.000 al año y un millón más adelante. Esta es la posición del viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez quien identificó tres ejes temáticos sobre los cuales el Gobierno y los productores bolivianos y sus organizaciones deben trabajar para hacer sostenible y competitiva la producción y exportación de quinua en el país son la “producción sostenible, industrialización y comercialización”. Vásquez comprometió el apoyo del Gobierno durante el foro realizado en la sede de Gobierno al mismo que asistieron un centenar de productores y organizaciones del sector.
PARTICIPACIÓN
Concretamente, Seleme dijo que luego del Año Internacional de la Quinua el 2013, Bolivia atendía el 65 por ciento del mercado estadounidense y este año bajó esa participación al 46 por ciento, mientras que Perú pasó de 23 a 40 por ciento en sus ventas de quinua dulce al mercado de Estados Unidos. Esta situación es producto entre otros factores de la volatilidad de los precios internacionales resultado, a su vez, de la oferta de países productores, según identificó Seleme.
REVERSIÓN
Por este hecho, sostuvo que los productores de Bolivia deben revertir esta situación ya que afecta los eslabones de la cadena de valor del sector que tienen que ver con procesos de acopio, industrialización y comercialización del cereal tanto en el mercado interno como internacional. Una bolsa de 1 kilo de quinua real blanca se cotiza en cualquier supermercado de La Paz en Bs 51, lo que hace inaccesible al consumo popular, mientras que la tonelada del cereal se comercializa fuera del país en $us 6.800 dólares, indicó Andulfo Gabriel Cautín, presidente de la Asociación de Productores de Quínua “Salinas”. Cautín sostuvo que se recuperará este año la productividad con el apoyo de Safi Unión que conformó a principios del año pasado el Fondo Pro Quinua con $us 20 millones.
Pero a Paola Mejía, gerente de Cabolqui, aparentemente no le preocupa mucho la pérdida de mercados especialmente de Estados Unidos que es además el mayor comprador de la quinua boliviana, pese a las declaraciones muy frecuentes del Gobierno y de algunas de sus autoridades que subrayan el carácter “antiimperialista” del modelo y de la política económica. Ella dijo que lo que debe primares exportar un producto de calidad y no necesariamente cantidad. Mejía sin embargo es partidaria de que Bolivia pueda no solo mantener sino afianzar la diferenciación en los mercados internacionales sobre el producto del Perú en cuanto hace al carácter orgánico del producto boliviano. Perú abastece el mercado de EEUU con quinua dulce que es de menor calidad en comparación con la quinua real. Cautín dijo que la quinua real producida en las pampas del altiplano sur del país, contiene 11 aminoácidos entre los cuales la lisina permite contribuir al crecimiento del sistema neurológico y cerebral de los consumidores, aparte que es un alimento con alto valor proteínico.
OTROS PROBLEMAS
Según análisis de Cabolqui, la productividad por hectárea sembrada es de media tonelada, mientras que Perú obtiene tres veces más y cosecha dos veces al año, mientras que Bolivia solamente tiene una cosecha anual. La baja productividad parece estar siendo compensada con la utilización de químicos lo que afectará el carácter orgánico del cultivo y su ventaja competitiva en el mercado por esa condición, lo que podría, además, contribuir negativamente en el cuidado de los suelos, ya que los agroquímicos permanecen en los cultivos y resulta complicado y costoso evitar impactos no deseados sobre la calidad de las tierras y el producto final.
MALAS PRÁCTICAS
Seleme identificó como una segunda debilidad la inexistencia de tecnología agrícola específica para la quinua. Incidió que los productores lamentablemente utilizan sustancias extrañas que son costosas de eliminar. Fue categórico al señalar que existe un uso descontrolado de insecticidas que hacen perder la calidad de orgánica de la producción de la quinua real. Adicionó que el sector adolece también de riego, por lo que existe dependencia de las precipitaciones pluviales y otros factores que generan volatilidad en el precio de la materia prima en el mercado internacional.
BID
“Bolivia es uno de los principales proveedores de quinua en el mundo pasando de 2000 t a 35.000 t, esto representa trece veces”, enfatizó en nuevo representante del BID en Bolivia, Héctor Malarin, de nacionalidad peruana. “Un aspecto primordial es la mejora de la productividad de los cultivos, calidades y el acceso a mejores precios y mercados, ayudamos a diversificar la producción nacional apoyando las exportaciones”, remarcó Malarin en una de sus primeras declaraciones a la prensa luego de su designación el pasado 8 de noviembre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario