Mendoza, quien es productor de la región de Salinas de Garci Mendoza, calculó que la producción para el 2016 sufrirá una baja de hasta 60% por efecto de la sequía, ventarrones y heladas.
“Ha habido bajón en el sur de Lípez, en Llica no hay producción. Un poco nos estamos defendiendo en la provincia Ladislao Cabrera”, señaló.
El productor aseveró que sigue existiendo demanda externa para la quinua, pero, Bolivia no podrá responder a ella por los fenómenos naturales.
Mendoza agregó que la caída del precio de la quinua también “desmoraliza” a los productores.
Indicó que en el mercado de Challapata este producto llegó a más 2 mil bolivianos y que ahora está alrededor de 380 bolivianos.
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