domingo, 25 de octubre de 2015

Jacha Inti, la quinua orgánica y los retos de los pequeños productores

La quinua que llega a la planta de la empresa Jacha Inti Industrial S.A. (JISA), para su beneficiado, guarda una dinámica en la que el pequeño productor y la empresa ponen en valor un grano orgánico -obtenido en forma tradicional- de certificación internacional; una dinámica que actualmente atraviesa varios desafíos.
En la zona de Río Seco, en El Alto, todos los días se trabaja bajo estrictas medidas de seguridad e inocuidad. En la planta de beneficiado todo funciona con un cronograma estricto que inicia con la llegada de los camiones cargados con el grano de oro cultivado en las comunidades de Potosí y Oruro, región intersalar. Una producción que hoy se ve forzada a competir con las agroindustrias.
"El gran reto comercial a futuro es educar al cliente sobre las bondades y diferencias de la quinua boliviana en base a lo orgánico y real. Deben entender toda la tradición e historia que viene detrás de su producción. Si no logramos esto no hay futuro, estamos en un momento crítico”, explica el gerente de Gestión Estratégica y socio fundador de JISA y Andean Naturals, Fabricio Núñez de Arco.
Bolivia ha perdido el primer lugar como productor de quinua en el mundo ante Perú, varios países han apostado por la producción agroindustrial logrando con ello grandes volúmenes para su consumo y exportación. Para poder competir -según han manifestado expertos y empresarios en el país- es necesario potenciar la producción orgánica y sus estándares de calidad, lo que debe incluir a la quinua real, una variedad endémica.
" Han generado tecnología para producir quinua al nivel del mar, es una producción híbrida totalmente mecanizada (...). Logran 4.000 toneladas por hectárea, en Bolivia se logran 600 kilogramos por hectárea”, sostiene Núñez de Arco.
De 2013 a 2015 la oferta de quinua en el mundo se ha triplicado mientras que la producción nacional, según argumenta, sigue siendo muy tradicional. Al momento de hacer el beneficiado del grano este tiene cuarzos, pajillas, piedras pequeñas, entre otros. Actualmente, cada quintal de producto orgánico cuesta 500 bolivianos.
Para que el comercio justo se potencie y la historia detrás de la producción ancestral se convierta en un bien boliviano es necesario "humanizar” la quinua, darle un rostro que debe ser el de los pequeños productores, según la filosofía de la empresa. Es a ellos a los que se debe proteger.
Al llegar a la planta de Río Seco se hace pruebas de laboratorio a muestras tomadas de la parte superior, media e inferior de cada quintal. Con los resultados óptimos el grano empieza un proceso en el que se elimina la saponina -cáscara que le da un sabor agrio- y las impurezas. "La saponina se saca mediante un pulido, luego pasa por dos vías: la húmeda para su lavado, y la seca, en donde se eliminan las impurezas como tierra, piedras, entre otros”, explica el gerente de producción de JISA, José Luis López.
Finalmente, la quinua se coloca en bolsas de 25 kilogramos, también se cuenta con bolsas de una tonelada, que se usan según requerimiento.

Orígenes y certificación
Transcurría el 2007 cuando a los hermanos Fabricio y Sergio Nuñez de Arco junto a dos socios decidieron abrir una planta para la elaboración de hojuelas de quinua y un laboratorio de control de calidad del grano.
Para 2010 vieron la necesidad de implementar la planta de beneficiado del grano al ver que habían compañías interesadas, pero que demandaban una serie de certificaciones. A mediados de 2011, JISA comenzó sus operaciones como parte del grupo Andean Naturals -empresa que compra, acopia y procesa la quinua directamente de productores bolivianos- cuyo presidente y co fundador es Sergio Núñez de Arco.
JISA exporta actualmente la mayor parte de su beneficiado a Estados Unidos y en menor cantidad a Inglaterra. Para 2013 beneficiaban 12 contenedores por mes y actualmente su capacidad se ha elevado a 22 contenedores por mes.
Siempre contaron con la certificación orgánica, hoy tienen una serie de certificaciones entre las que figuran la que otorga la Organización de Etiquetación de Comercio Justo (FLO por sus siglas en inglés) y FairTrade (Estados Unidos), además de la acreditación GFSI (Iniciativa Global para la Seguridad Alimentaria), llamada FSSC-22000.
El Comercio Justo implica que los 4.000 productores con los que trabaja JISA son beneficiarios de proyectos sociales, entre ellos una prima cuyo monto debe ser reinvertido en sus comunidades. Algunas localidades de productores ya cuentan con agua potable y energía gracias a paneles solares debido a esta forma de trabajo.

"Trabajamos con alrededor de 35 asociaciones (...). Los servicios básicos, la educación y el acceso a la información están dentro de sus principales necesidades, es increíble ver los rostros de los niños y adultos cuando tienen luz eléctrica dentro de sus hogares por primera vez y que nosotros estamos involucrados con ello, es maravilloso”, dice la jefa de compra de Materia Prima de JISA, Melisa Zelada.
Los desafíos de hoy
¿Cómo pueden competir los pequeños productores? Si la quinua orgánica de forma tradicional es el nicho para Bolivia, es necesario elevar su producción. JISA está implementando sistemas de riego, fertilización, a su vez, orgánica de la tierra y lograr mecanizar los procesos para obtener el cereal con en las comunidades involucradas. Junto a los socios, la empresa está invirtiendo más de 300 mil dólares.
Los 180 trabajadores en la planta, tres turnos que se distribuyen en 24 horas son parte de la cotidianidad laboral en Río Seco. Cada día entre 22 y 23 toneladas, que ocupan un camión, son beneficiadas. El alteño Édgar Humerez, de 32 años, es encargado del área húmeda y, en ocasiones, trabaja en el área seca.
Ha sido costurero en Argentina y chofer en El Alto, pero para él este trabajo, en el que lleva tres años, le da más satisfacciones. "Para nosotros es vital facilitar el trabajo de los demás durante el beneficiado y que así esté lista para la siguiente fase. Al final es un producto que sale al mundo”, dice.
Cuenta que cuando era pequeño comía sopa de quinua, pero ahora sabe que es un alimento muy beneficioso para la salud.
El sabor del grano, con el que trabaja todos los días, ha cobrado un nuevo valor ante sus ojos y de su familia al momento de consumirlo.

3 comentarios:

  1. JACHA INTI. mil felicidades por este empremdimieno, estoy seguro que en este rubro todos son beneficiados, desde los productores, transportistas, trabajadores de la misma empresa, los empresarios, etc. pero seria interesante tener tener con precisión su dirección y números de teléfono para que algunos productores puedan contactarse con esta empresa y así ser parte del desarrollo de nuestro pais.

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  2. Gracias por su comentario, Mauro. La encargada de compras de Jacha Inti es melisa_zelada@jachaintiindustrial.com El teléfono es (2) 286-5232. UN abrazo a todos los Bolivianos que aspiran a ser excelentes - los mejores del mundo- en lo que hacen. En especial a los productores de quinua real.

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Quinua el Grano de Oro

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