viernes, 22 de mayo de 2015

Agricultores identifican una accesión y tres variedades de quinua óptimas para su cultivo en el Valle Alto

La accesión 1777 y las variedades Horizontes, Blanquita y Negra, del Banco Nacional de Granos Altoandinos que administra el INIAF fueron identificadas por productores campesinos del Valle Alto de Cochabamba como aptas para este piso ecológico y con un óptimo rendimiento.

En la Estación Experimental de Toralapa se desarrolló una jornada de evaluación de 10 accesiones de quinua por parte de productores de las comunidades de Cebada Jichana, Totora Qhocha, Cañacota, Morochata, Vacas y Tiraque, así como representantes de la Mancomunidad de la Región Andina y técnicos de municipios de los valles de Cochabamba.

Carolina Alanoca, profesional en conservación de granos altoandinos del Banco de Germoplasma de Toralapa, informó que allí se conservan 3.104 accesiones de quinua de diferentes regiones del país, principalmente de la zona andina (La Paz, Oruro, Potosí) y del valle (Tarija y Sucre); así como de Perú, Chile, Argentina y Ecuador. Para esta evaluación se escogió 10 que provienen del altiplano y valles de Bolivia para ser calificadas por sus características de altura, calidad de la panoja, tamaño, color y sabor del grano.

Una vez seleccionadas las variedades se podrá hacer una solicitud de la semilla al INIAF por parte de grupos de agricultores que se hagan responsables del manejo, en pequeñas cantidades y según la disponibilidad, acotó Alanoca.

Respecto al objetivo del evento, el Responsable de la Estación Experimental de Toralapa, Ing. Víctor García, puntualizó que se busca reflejar cuál es el aporte de los bancos de germoplasma a la sociedad en general, ya que “nos va a dar luces para hacer mejoramiento genético e investigación que podría aportar a la seguridad y soberanía alimentaria”.

La Estación se extiende por 170 hectáreas y cuenta con cabañas para técnicos, oficinas, laboratorios de biotecnología, de semillas, cámaras de conservación e invernaderos. Con aproximadamente 16 mil accesiones de varios rubros cuyo fin es hacer el resguardo del recurso genético.

Allí encontramos a Yuri Magne, técnico de la Alcaldía de Morochata, quien precisó: “De la Blanquita el grano es muy grande y estaría bien para consumo”.

“Me parece buena la opción 8 porque su tallo es grueso, su grano es grande y blanquito, comercial para el mercado; también la opción 2 porque el follaje es grande así como el grano”, indicó Ruperto Espinoza, de la comunidad Lope Mendoza de la provincia Carrasco.

“La negrita no agarra el frío, es resistente y el pájaro no se la come; también es buena para la venta porque cuesta más caro en el mercado”, sostuvo Crecencia Durán Montaño, agricultora de Toralapa.

La metodología de calificación consistió en organizar grupos de 10 personas, a quienes se les dio una ficha de color que debían depositar en unas cajas pequeñas de color blanco, con una ranura en la parte superior (a manera de ánfora de votación). Cada accesión tenía tres cajas para recibir la votación, equivalente a bueno, regular, malo. Al final se hizo un recuento de votos cuyos resultados fueron consignados en papelografos, lo que reflejó la valoración que hicieron los productores.


1 comentario:

  1. El cultivo de la quinua y el desequilibrio entre las familias bolivianas
    Al igual que otros cereales la quinua es más fácil de producir e incluso más simple que el arroz.
    Una de las ventajas es que no se requiere agua excepto para el fumigado, mientras que otros productos como ser arveja, aba, papa, oca, cebolla y ajo se requiere gran cantidad de agua ocluidas en terrenos donde se siembra y son mucho más costosas de producir estos productos que se consume a diario. Este hecho ha causado un desequilibrio entre las familias bolivianas.
    Miles de familias bolivianas se dedican a la siembra de productos de primera necesidad como ser arveja, aba, papa, oca, cebolla, trigo y maíz de forma manual para poder dar a cada familia boliviana una alimentación sana a precios bajos a pesar de que toda la actividad es muy dificultosa. Estos productos se podrían exportar pero más nos interesa sustentar la vida de todos los bolivianos, pero los altos costos de otros cereales como la quinua nos ponen a punto de exportar nuestros productos y triplicar los precios de primera necesidad.
    Mientras otras familias bolivianas solo quieren producir quinua y vender a precios elevados exportando sin pagar impuesto ni un solo centavo.
    Para sembrar quinua se cultiva en mes de enero y febrero en épocas donde la tierra es húmedo. Y es sembrado a finales de septiembre, el crecimiento de la planta, maduración tardas hasta el mes de abril del año siguiente, es decir el ciclo de producción es de 7 meses; durante este periodo se fumiga tres veces como máximo en algunos lugares no se requiere el fumigado.
    A continuación se da los costos de producción seguida en 10 hectáreas y donde se ha tenido fuertes heladas noviembre, diciembre 2014 y ahora son cosechados en meses de abril 2015.
    Costos precio unitario Bs/hectárea total Bs
    Cultivado 700 7000
    Siembra 250 2500
    Semilla 25 250
    Fumigado (incluido agua) 300 3000
    cortado 100 1000
    pisado y harneado 50 500
    total 14250
    Ingreso
    cosecha 80 quintales en 10 hectáreas 500 40000
    utilidad 25750
    utilidad/mes 3678,57
    Utilidad/hectárea 2575











    Costos de producción por quintal Bs 178, superior a este valor será rentable.
    Entre las personas encuestadas existe muy pocos agricultores que siembran 10 hectáreas porque dicen que respetan la madre tierra como menciona nuestro presidente Morales, mientras que otros abusan de la madre tierra y siembran 50, 100 hasta 200 hectáreas por familia dejando en invierno gran cantidad de desiertos de arena donde muchos animales han sido exterminados por falta de alimentación en su mayoría quirquinchos, lagartos ver foto. Mientras que otros lugares como Uyuni, Colcha K, San Cristobal entre otros están a punto de exterminar ovejas, llamas y burros para sembrar quinua, un desequilibrio con la biodiversidad sería catastrófico para el planeta que vivimos.

    Con los datos anteriores una familia que siembra 50 hectáreas ha tenido una utilidad de 128.750 Bs en 7 meses.
    Y una familia que sembró 100 hectáreas percibe una utilidad de 257.500 Bs en 7 meses. Estas jugosas ganancias superan el salario de presidente Evo Morales y ni que decir si el precio sube a 2000 Bs el quintal.
    Sería bueno que las familias que siembran más de 20 hectáreas aporten con impuestos al estado boliviano y de esta forma el País se beneficia al igual que el vecino país Perú.

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Quinua el Grano de Oro

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